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miércoles, 7 de octubre de 2015

Avanzan las investigaciones para instalar cañones láser en aviones

El Gobierno ruso toma la decisión de reanudar el trabajo para crear un láser de flujo acelerado de dióxido de carbono con el fin de destruir aparatos aéreos y misiles.



IL-76MD-90A Fuente:Ria Novosti/Valeriy Mélnikov

La última modificación del avión Il-76MD-90A de la factoría Aviastar, en Uliánovsk, estará equipada con un láser de combate. La información proviene de la página web de contrataciones públicas del complejo científico y técnico de aviación de Taganrog (TANTK) G.M. Beriev, publicada el pasado 14 de septiembre.

Esta información da motivos para pensar que la investigación científica y el desarrollo del armamento láser en Rusia marchan a buen ritmo.

En 2012, el Ministerio de Defensa anunció que se habían iniciado los trabajos para crear un cañón láser para aviones instalado en el complejo aéreo A-60. El sistema está diseñado para destruir aviones, satélites y misiles balísticos del enemigo.

En otoño de ese mismo año, a iniciativa del viceprimer ministro Dmitri Rogozin, se creó la “Fundación de Investigaciones Avanzadas”, en cuyas funciones se incluye la financiación de un nuevo proyecto que utiliza activamente diseños de la época soviética en sus trabajos de investigación y desarrollo.

En la URSS se trabajó a conciencia en la creación de un sistema láser que sirviera como un nuevo tipo de armamento. Durante la época soviética, bajo el código A-60 se ocultaba el complejo láser aerotransportado (LKAB), que elaboraba métodos de lucha contra los satélites espía y misiles del enemigo.

El punto de partida del programa para crear un arma láser fue ese mismo complejo especial aéreo A-60, desarrollado a mediados de los 70 en la Oficina de Diseño Experimental “G.M. Beriev” sobre la base del avión de transporte Il-76MD. Durante los trabajos se crearon dos laboratorios aéreos: “1A” y “1A2”.

El A-60 supuso el punto álgido del desarrollo del programa láser soviético. El “1A” realizó su primer vuelo con láser a bordo en 1983, y ya en 1984 derribó el primer objetivo aéreo de entrenamiento. A principios de los 90, el avión “1A” quedó destruido por un incendio, y el laboratorio aéreo “1A2”, tras el perfeccionamiento en 2005 del equipamiento especial llamado en su variante terrestre “Sokol-Eshelón”, reanudó sus vuelos. Precisamente desde este avión, en 2009, fue derribado un objetivo convenido que se encontraba a 1.500 metros de altitud.

“La reanudación y el curso activo de los trabajos para construir el láser de combate es un paso lógico y oportuno”, según dijo a RBTH el docente de la Universidad Nacional de Investigación Nuclear (MIFI), Alexander Kuzovlev. El arma láser tiene muchas ventajas; en concreto, una distancia prácticamente ilimitada y una alta precisión en el disparo. Esta arma cuenta con la capacidad de permanecer oculta, y su uso es inesperado para el enemigo.

Por otro lado, no se debe olvidar que el láser depende extremadamente del estado de la atmósfera. Por ejemplo, si hay mucha nubosidad, humedad alta o precipitaciones, su uso será mucho menos efectivo que con tiempo claro y seco. Además, el uso del arma láser requiere que existan sistemas perfectos para orientarlo hacia el objetivo y mantenerlo sobre éste.

Según la opinión del experto, a pesar de que en Rusia los trabajos en este ámbito se llevan a cabo de forma intensiva, todavía es pronto para hablar del láser aerotransportado como de un sistema de armamento que pronto pueda ser puesto en servicio para destruir misiles y aviones.


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