"La primera noticia sobre víctimas entre la población civil apareció antes de que despegaran nuestros aviones", dijo el presidente ruso, Vladímir Putin, quien calificó dichas acusaciones de "ataque informativo".
Los aviones rusos han martilleado en 20 ocasiones, cuatro de ellas por la noche, las posiciones de los yihadistas desde que Putin recibió el miércoles la autorización del Senado ruso para usar la Fuerza Aérea a petición del presidente sirio, Bachar al Asad.
Según el Ministerio de Defensa ruso, más de 50 aparatos, entre aviones y helicópteros, participan en esos bombardeos contra centros de mando y arsenales en zonas montañosas de las provincias de Homs, Hama e Idlib.
En la jornada de ayer los aviones SU-24M y Su-25 "efectuaron ocho asaltos contra cinco objetivos del EI", explicó el general Ígor Konashenkov, portavoz castrense ruso, en su parte militar vespertino.
En las imágenes grabadas por drones y mostradas a la prensa se puede ver cómo un proyectil ruso destruye un edificio de hormigón que acogía un centro de mando del EI y, según la fuente, mata a todos los terroristas en su interior y en los aledaños.
"Podemos confirmar la completa destrucción por parte de los Su-24M del centro de mando de los guerrilleros del terrorista Estado Islámico en la zona de Al Latamna", no lejos de la ciudad de Hama, precisó el general ruso.
Además, resultaron alcanzados de lleno un puesto de control y un almacén de munición yihadista cerca de la localidad de Telbise (Homs), y una fábrica de proyectiles que los terroristas habían construido en un túnel al sur de Al Rastán.
Los aviones rusos también destruyeron hoy un puesto de mando en las afueras de Yisr al Shugur y un campo de entrenamiento cerca de Maaret al Nuaman, ambos en la provincia de Idlib.
Al tiempo que descartó una operación terrestre, Moscú confirmó el despliegue de un batallón de infantes de Marina para proteger la base aérea de Jmeimim cerca de Latakia donde se encuentra emplazada la escuadrilla rusa.
Según los expertos, el objetivo estratégico inicial de los bombardeos rusos es frenar la ofensiva de los yihadistas, que controlan más de la mitad del territorio nacional, pero no tienen armamento antiaéreo que amenace a los aviones rusos.
En un futuro, predicen, los bombardeos rusos se intensificarán y apuntarán ya objetivos móviles, como convoyes con guerrilleros, en un intento de allanar el camino para una posible contraofensiva del Ejército sirio.
El embajador sirio en Moscú, Riad Haddad, pronosticó hoy que la guerra será larga, ya que en Siria "hay decenas de miles de terroristas" y acusó a las "potencias regionales y mundiales" de ayudarlos "con armas, dinero y yihadistas".
"No esperamos que la guerra termine en cuestión de días. La guerra será dura. El Estado Islámico es una organización terrorista internacional con miembros procedentes de 80 países", afirmó en rueda de prensa.
Pero aseguró que EEUU, que encabeza desde 2014 la coalición internacional contra los yihadistas, "ha demostrado su incapacidad e ineficacia en la lucha contra el EI" tanto en Siria como en el vecino Irak.
"No han logrado prácticamente ningún resultado. Dicha coalición existe desde hace más de un año. Durante ese período el territorio donde domina el EI no ha hecho más que aumentar", indicó.
Por otra parte, frente a las acusaciones de la oposición moderada siria de que los ataques aéreos rusos han matado solo en el norte de Homs a 36 civiles, tanto el Kremlin como el Ministerio de Defensa las negaron tajantemente.
"No se efectúan ataques contra infraestructuras civiles, más aún contra edificios que podrían acoger población civil", dijo Konashenkov.
El general subrayó que "para excluir los ataque contra la población civil", los bombardeos se llevan a cabo solo después de confirmar por diversos canales, desde drones a imágenes por satélite, las coordenadas exactas de las posiciones yihadistas y la presencia de unidades terroristas.
Por su parte, Putin recordó que mientras la coalición occidental encabezada por EEUU lleva más de un año atacando territorio sirio sin mandato de la ONU ni autorización de Damasco, Rusia ha recibido una petición de ayuda militar del propio Asad.
Al respecto, el embajador sirio resaltó que Damasco dispone de "coordenadas precisas" sobre todas las posiciones de los terroristas en el territorio nacional, por lo que descartó cualquier error o daño colateral civil.
Por otra parte, aunque el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, se mostró abierto a una intervención militar rusa en su territorio, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, lo descartó por el momento.
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