Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, tachó la oferta de diálogo del presidente de EEUU, Joe Biden, “nada más que una fachada para enmascarar su decepción y sus actos hostiles, y una extensión de la política hostil de anteriores administraciones”.
El líder norcoreano, que ha formulado estas declaraciones durante un largo discurso ante el parlamento, afirmó que la llegada de Biden a la Casa Blanca no ha cambiado la política hostil de EE.UU. hacia Pyongyang.
En otra parte de sus afirmaciones, ha anunciado que las líneas de comunicación intercoreanas se restablecerán a partir de principios de octubre, según informa este jueves la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Ha denunciado que Seúl participa en los ejercicios militares junto a Washington, por lo que ha pedido que “antes de declarar el fin de la guerra (de Corea)”, una cuestión reclamada por Corea del Sur, se garantice ”el respeto mutuo” entre ambas partes.
La tensión creció en las últimas semanas en la península de Corea, donde tanto el Norte como el Sur han hecho gala de innovaciones tecnológicas en su armamento.
EE.UU. condenó las recientes pruebas de misiles realizadas por Corea del Norte señalando que estos lanzamientos ilícitos de misiles conducen a la desestabilización de la región y de la comunidad internacional.
Corea del Norte asegura que su arsenal nuclear y balístico no representa ninguna amenaza para otros países, solo apunta a “un enemigo: Washington”, por su hostilidad hacia Pyongyang y sus constantes maniobras militares en la península de Corea.
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