El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dice que la compra de los sistemas de defensa aérea S-400 de Rusia vale las tensiones con EE.UU.
En una entrevista concedida a The New York Times, publicada el miércoles, Erdogan defendió el derecho de Turquía a fortalecer sus capacidades defensivas, incluyendo la compra de los S-400, sistemas que, a juicio de Estados Unidos, podrían usarse para recopilar datos sobre los aviones de combate F-35, pues excluyó oficialmente a Ankara del programa de la producción de dichas aeronaves.
Al ser preguntado que, si la compra de los sistemas de defensa aérea rusos valió la pena la fricción con EE.UU., Erdogan dijo: “Creo que valió la pena” y no socava a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Ankara “no habría tenido que comprar los S-400”, si Washington hubiera vendido misiles de defensa Patriot a Turquía, dijo el mandatario turco para luego subrayar que: “Compramos nuestras propias armas”.
“Podemos fortalecer nuestra defensa como nos plazca”, recalcó Erdogan, que con anterioridad había anunciado que tras comprar los S-400, coproducirían los S-500 rusos.
Ankara tenía previsto adquirir unos 100 aviones furtivos F-35, sistemas que está ayudando a fabricar en su territorio. Sin embargo, en línea con la política de su predecesor Donald Trump, la Administración de Joe Biden declaró la suspensión de la participación de Ankara de este programa, en represalia porque el Gobierno turco compró los S-400.
De hecho, Turquía es el primer país miembro de la OTAN que ha sellado un contrato con Rusia para comprar sus sistemas de defensa antiaérea y esto no ha gustado nada al bloque militar occidental, a EE.UU., en particular.
Además, en diciembre pasado, Washington sancionó a la agencia de adquisiciones militares de Turquía por la compra de los S-400.
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