Según informó el sábado la agencia siria oficial de noticias, SANA, los milicianos extremistas de la oposición siria depusieron sus proyectiles caseros y misiles antitanques, así como ametralladoras, rifles Kaláshnikov y municiones en la ciudad de Tafas, ubicada al noroeste de la provincia de Daraa (suroeste).
El medio sirio destacó que el proceso de entrega de estas armas en Tafas formaba parte de los esfuerzos realizados por el Ejército sirio para establecer la seguridad y la estabilidad en Daraa.
“Las unidades del Ejército se preparan para desplegarse en diferentes partes de Tafas para restaurar la seguridad y estabilidad y reparar los daños en la ciudad”, subrayó SANA.
De acuerdo con el informe, las unidades del Ejército sirio ingresaron a Tafas el sábado por la tarde “por primera vez en ocho años”, bajo el acuerdo de reconciliación que obliga a los terroristas entregar sus armas y regresar a la vida normal.
En este sentido, Hamza Hamam, el jefe del comité de reconciliación en Daraa, informó que el estatus de un total de 447 personas fue regulaziado; de esta cifra, 371 eran “hombres armados buscados” y 76 eran “evasores del servicio militar”.
Es más, agregó que después de entregar sus armas, los hombres armados se comprometieron a no hacer nada que provoque el caos y el terrorismo en Siria. “A cambio, recibirán documentos y sus nombres se eliminan de la lista de seguridad del Ejército sirio”, puntualizó.
El pasado 25 de julio, las fuerzas del Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad, acordaron acabar con el asedio a los grupos extremistas, a cambio de la entrega de armas pesadas y ligeras por parte de los opositores.
No obstante, los terroristas no aceptaron la propuesta de Damasco, violaron la tregua y atacaron a los civiles y militares sirios en la zona, lo que obligó al Gobierno a aumentar su presencia militar para acabar con el terrorismo y restaurar la paz.
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