El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha declarado este miércoles en una reunión internacional de altos funcionarios de seguridad que Occidente, en la cumbre del G7 que se celebró la semana pasada en Japón, demostró que "percibe a Rusia y a China como adversarios estratégicos que representan una amenaza existencial para su dominio".
Asimismo, el jefe de la diplomacia rusa instó a Occidente a renunciar a su intento de "marginar a la ONU". "En aras de reducir las tensiones internacionales, pedimos a Washington y a Bruselas que rechacen las soluciones unilaterales forzadas y los intentos de marginar a la ONU y de crear estructuras al margen de ella con legitimidad limitada, pero que pretendan tener autoridad sobre todos los demás", aseveró.
Además, subrayó que los países de la OTAN están directamente implicados en el conflicto de Ucrania, al lado de Kiev, y advirtió que una parte cada vez mayor de los envíos de armas occidentales a Ucrania "se está dispersando por todo el mundo". Paralelamente, denunció que Occidente también provoca deliberadamente conflictos en África y América Latina, así como agrava la situación en torno a Taiwán.
Según el canciller ruso, la expansión de la OTAN "refleja las mismas intenciones que sustentaban la política de Hitler 'Drang nach Osten', [Empuje hacia el Este]".
En la reunión internacional de altos funcionarios de seguridad que arrancó este miércoles en la provincia de Moscú participan delegaciones de 101 países, detalló el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev. El foro se celebra a iniciativa del Consejo de Seguridad de Rusia.
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