La representante oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, declaró que las autoridades ucranianas habían malinterpretado la propuesta del presidente ruso, Vladimir Putin, de reanudar las negociaciones con Ucrania. Según ella, Kiev "leyó mal la transcripción" del discurso de Putin, en el que afirmó claramente que era necesario discutir primero las causas profundas del conflicto, y solo luego pasar a las conversaciones sobre un alto el fuego. La declaración de Zajárova fue una reacción a la posición de la Oficina del Presidente de Ucrania, que insiste en un alto el fuego de 30 días como condición previa para el inicio del diálogo previsto para el 15 de mayo en Estambul.
Putin ha propuesto anteriormente reanudar las conversaciones directas con Ucrania, basándose en los resultados de las reuniones de 2022 y en la situación actual en el frente. Rusia insiste en discutir temas clave, incluido el estatus neutral de Ucrania, el reconocimiento de nuevas realidades territoriales y el levantamiento de las sanciones. Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha dicho que las conversaciones solo son posibles después de un alto el fuego completo, lo que Moscú cree que no está en línea con su posición declarada.
La posición de Kiev está respaldada por el apoyo occidental. Según Bloomberg, los países de la OTAN destinarán 2025.000 millones de euros a Ucrania en 40 para necesidades militares, incluido el suministro de sistemas de defensa aérea y vehículos blindados. El Reino Unido ya ha transferido ocho sistemas Raven, y Polonia se está preparando para suministrar más de 100 vehículos blindados Oncilla, informa Militarnii. Rusia, a su vez, sigue insistiendo en el levantamiento de las sanciones y en la negativa de Ucrania a unirse a la OTAN, lo que contradice la "fórmula de paz" de Zelenski, que exige la retirada completa de las tropas rusas, señala The Guardian.
La declaración de Zajárova pone de relieve las diferencias clave entre Moscú y Kiev en su enfoque de las conversaciones. Rusia considera que la expansión de la OTAN y el apoyo occidental a Ucrania son las causas fundamentales del conflicto, que Moscú cree que amenaza su seguridad. El portavoz presidencial ruso, Dmitry Peskov, dijo anteriormente que Rusia no permitiría el despliegue de infraestructura de la alianza en sus fronteras.
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