Tesla ya es el grupo automovilístico de EEUU con una mayor valoración bursátil, por encima de General Motors. La burbuja, según los analistas, parece evidente.
Tesla, una compañía relativamente reciente que se dedica a fabricar automóviles eléctricos de lujo, cuyo fundador es el pionero de los pagos electrónicos en línea, es decir, de Paypal, es hoy por hoy la compañía automotriz número uno en EEUU, bueno, eso con respecto a la capitalización de sus acciones en bolsa.
Pero, ¿realmente es la número 1?
Las acciones de Tesla, con sede en Palo Alto, California, subieron en el mercado de valores de Nueva York para ubicarse en 312.75 dólares por unidad, con lo que la empresa alcanzó un valor de mercado de 51100 millones de dólares.
Por su parte, General Motors tiene un valor de mercado de 50890 millones de dólares, mientras que Ford Motor de 44950 millones de dólares, una cifra que fue superada por Tesla apenas la semana pasada.
La diferencia de valor bursátil entre Tesla y GM no refleja la relación de fuerzas entre ambas firmas.
El año pasado Tesla produjo 84000 autos y tuvo un volumen de negocios de 7000 millones de dólares. En cambio GM fabricó 10 millones de autos y tuvo ingresos de más de 166000 millones de dólares.
GM tiene el 17.3% del mercado estadounidense y Tesla sólo el 0.2%, según el gabinete Autodata.
Tesla empezó a subir en Wall Street gracias a una cantidad récord de 25000 autos entregados en el primer trimestre lo cual llevó a que los analistas hicieran proyecciones optimistas para los próximos meses.
¿Qué es lo que hace que Tesla sea tan atractivo para los inversores y los mercados financieros?
Parece que uno de los motivos es el lanzamiento de su nuevo automóvil, el Model 3, a un precio mucho más bajo que el sedan Model S y la SUV Model X. Un Model 3 rondará los 35000 dólares cuando un Model S empieza en 69200 dólares y un Model X en 86700 dólares. El año pasado se habían recibió 37300 solicitudes de reserva para el Model 3. Se espera que ese número sea mayor pues no incluye los pedidos de este año. Este tipo de cifras hacen que las expectativas de crecimiento de la compañía sean muy interesantes para los inversionistas aumentando el valor de las acciones teniendo como consecuencia un mayor valor de mercado.
Los automóviles de Tesla ciertamente son avanzados tecnológicamente, o al menos aportan un extra a lo últimamente visto en la industria automotriz, como es el hecho de incorporar un motor derivado efectivamente de la tecnología patentada por el científico serbio Nicolás Tesla, de ahí el nombre de la compañía, pero eso no es razón suficiente para considerarla la numero uno; pues ni por nivel de producción, número de empleados, fábricas o dividendos se puede comparar a los grandes del sector automotriz a nivel internacional.
Entonces, ¿por qué su valor de mercado, es decir, el valor de sus acciones en bolsa, es superior al de las tres principales armadoras estadounidenses? Y esto es todavía más grave si consideramos que la compañía automovilística de Elon Musk nunca ha tenido ganancias solo pérdidas hasta el día de hoy.
Para responder a esta pregunta hay que observar lo que sucede en el ramo tecnológico a nivel mundial.
Tesla no es la única compañía tecnológica que tiene sobrevaloradas, y mucho, sus acciones en bolsa.
Para ser sinceros, Tesla continuará por mucho tiempo en números rojos, pero aun así, sus acciones en bolsa no dejan de aumentar de valor; en el último ejercicio fiscal las pérdidas de la tecnológica ascendieron a 675 millones de dólares.
Pero lo que pasa con Tesla, que es muy evidente por ser una compañía líder en el sector eléctrico automotriz, también sucede con Uber, no tan marcado, pero también experimenta sus efectos.
Otra compañía que se podría considerar sobre valorada es Apple. Aunque en el último trimestre reportó ganancias record, es evidente que si logra esos números es solo por el hecho de explotar la mano muy barata de China y otras naciones; pero como recordarán, Trump los amenazó con devolver sus fábricas a EEUU o enfrentar altos impuestos de importación, y si Trump cumple su promesa, sus utilidades caerán por los suelos. Además, considero que sus productos están sobre estimados, así que si surge un nuevo fabricante que presente un producto innovador, como en su momento fue el IPhone, la compañía estaría acabada.
La razón que hace tan atractivas las acciones de las citadas compañías para los inversionistas es precisamente el sector en el cual operan, es decir, son atractivas porque están en el sector de la alta tecnología civil de consumo popular; por popular quiero decir accesible para cualquier persona que la pueda pagar.
Y es que los inversionistas muchas veces no son tan inteligentes como parecen, sino que más bien se dejan llevar por la corriente, por la moda, y creen que invertir en una compañía que se dedica a producir en un sector muy exclusivo y caro es sinónimo de rentabilidad a mediano plazo, o al menos creen que la compañía en cuestión será inquebrantable y que tarde o temprana verán beneficios económicos.
¿La burbuja del coche eléctrico?
“Nada de esto tiene sentido”, apunta en un reciente análisis la publicación especializada Business Insider. Alexander Potter, de Pipper Jaffray, por su parte, atribuye el éxito de las acciones de Tesla al “optimismo, libertad, desafíos y un montón de otras emociones” que el grupo transmite, según declara a Bloomberg. “No es justo”, apunta a su vez Maryann Keller, consultora de la industria del motor, quien advierte que “incluso si Tesla pasa a ser rentable, terminará teniendo que hacer los suficiente como para justificar esa tasación”. La pregunta es: ¿será capaz?
Lo que parece claro es que la realidad en el parqué de Tesla no se ajusta a su rendimiento actual como compañía. Desde Business Insider van incluso más allá. "En este punto, la burbuja en Tesla parece obvia, tan obvia como la ha parecido desde el inicio de año. La diferencia ahora es que su crecimiento ha sido tan grande que ya resulta terrorífico".
Por el fuerte componente especulativo, el ascenso de Tesla recuerda en muchos aspectos a otras burbujas bursátiles vinculadas a negocios que en ese momento estaban explotando.
El caso más conocido es el pinchazo de la burbuja de las puntocom al comienzo de la década de los 2000. Un periodo precedido por el crecimiento ficticio de centenares de nuevas empresas de internet, que se lanzaron al parqué precipitadamente, y que ascendieron en base a valoraciones que después se demostraron hinchadas.
Y así como sucedió con las puntocom que estaban vinculadas al inicio de la era digital, puede pasar con las nuevas compañías tecnológicas que están ligadas al inicio de la era de la automatización y de las "energías limpias". Esto se hace muy evidente en el caso de Uber y Tesla.
El caso Uber
Uber, que es considerada una de las startups más exitosas del mundo, con un valor cercano a los 70 mil millones de dólares, está enfrentando una fuerte crisis en medio de escándalos por acoso sexual, robo de información, y falta de liderazgo, lo que ocasionó que en sólo dos días su CEO, Travis Kalanick, y su vicepresidente, Emil Michael, dejaran sus puestos, además de que tres meses atrás, su presidente, Jeff Jones, renunciara.
Pero la crisis de Uber viene de más atrás de los escándalos por acoso sexual, en realidad eso fue la gota que derramó el vaso, porque en un principio Uber fue la novedad por lo tanto su expansión fue exponencial, pero una vez a la gente se la acabó la emoción por contratar un servicio como Uber, y ante la falta de utilidades de sus socios, es decir, de los dueños de los automóviles y los chóferes, el servicio ha decaído mucho pues los socios se han dado cuenta que en realidad no es negocio porque los únicos que ganan son precisamente los dueños de Uber más no así los propietarios de los automóviles.
No olvidemos que Uber también se dedica al sector automotriz y de reparto de mercancías a través de su tecnología de automatización vehicular; tecnología que sufrió un duro revés cuando uno de sus automóviles autónomos sufrió un accidente en Arizona.
Según dicen la culpa no fue del auto de Uber, pero dado que no todos los automóviles son Inteligentes y que los manejan seres humanos con reacciones imprevisibles, la tecnología de uber, y de todas las demás compañías que la desarrollan en estos momentos, no es posible aplicarla en la vida real, solo sería posible aplicarla si todos los automóviles fueran autónomos y tuvieran reacciones "previsibles", pero dado que no es el caso, no pasará hasta dentro de algunos años más.
Así como es el caso de Tesla, Uber y Apple, hay muchos otros similares a estos.
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