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jueves, 7 de noviembre de 2019

Las inversiones de Carlos Slim en Argentina, ¿un golpe contra la soberanía?



Las inversiones de Slim en Argentina: ¿qué camino elegirá Alberto Fernández?

Los empresarios mexicanos, entre ellos el más rico de América Latina, Carlos Slim, confirmaron sus intenciones de proseguir con sus proyectos en Argentina tras la reunión con el presidente electo del país sudamericano. Un grupo de economistas consultados por Sputnik analiza de qué inversiones se trata y qué camino económico elegirá Argentina.

Sectores de inversión

Tras el encuentro con el magnate Carlos Slim, el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, destacó: "Lo escuché con mucha atención. Me habló de su vocación de analizar inversiones en otras cosas".

Los sectores de inversión en Argentina, de acuerdo a la actual estructura del grupo Slim, podrían centrarse en el área de consumo masivo, las infraestructuras, la construcción y las finanzas, opina Alfredo Zaiat, periodista económico y columnista de Sputnik.

"Son sectores que, en una economía en recuperación, como la que se espera del Gobierno de Alberto Fernández, pueden brindar una rentabilidad atractiva a nuevas inversiones", comenta.

Camino neoliberal

Muchos economistas señalan que la inversión extranjera directa es una de las fuentes más importantes de modernización económica.
Para Zaiat, es seguro que el Gobierno de Alberto Fernández "no transitará el sendero neoliberal de esperar que el mercado, sin intervención del Estado, sea el mejor asignador de recursos, porque ya se probó en los 90 y ahora en el Gobierno de Mauricio Macri como una estrategia fallida para impulsar el crecimiento".

A su vez, el economista Guillermo Barba, consultado por Sputnik, señala que no es la inversión foránea directa, sino en general la inversión masiva —nacional y extranjera—, un requisito indispensable pero no único, para el desarrollo de un país. Otro igual de importante es la estabilidad macroeconómica y sobre todo, la apertura comercial de par en par.

Estilo asiático

Por comprar, en Asia el Estado no se distanció de la economía, sino que asumió el papel principal en la realización de las reformas. Sin embargo, Alfredo Zaiat no cree que Fernández instrumentalice una intervención al estilo asiático, en el cual el Estado actúa "como un potente disciplinador de los actores económicos".

"Lo más probable es que el Gobierno de Fernández busque un Estado activo, comprometido con el desarrollo del sector privado, actuando para impulsar esa actividad vía subsidios a la inversión, ya sean fiscales (impuestos) y/o financieros (tasas de interés). Además, fomentado una integración de un reconstruido complejo de ciencia y técnica con el sector productivo", opina.

A su vez, Guillermo Barba observa que "el desarrollo asiático se ha conseguido gracias a la apertura comercial, teniendo como paradigma a la gran transformación de China iniciada con una política de apertura paulatina desde 1978".

"Lamentablemente con Fernández, Argentina va hacia más de lo mismo que ha mantenido al país en el atraso y las crisis recurrentes: intervencionismo estatal en la economía, populismo, finanzas desbalanceadas y economía poco abierta. El futuro de Argentina, por lo tanto, no es prometedor", añade.

Economía abierta y soberanía nacional

Las experiencias económicas muestran que la afluencia de inversión extranjera tiene un impacto más positivo en el desarrollo de un país si sus autoridades implementan una política económica estable y atraen inversión foránea de acuerdo con sus prioridades. Cuando el Estado distancia la gestión del desarrollo económico, dando paso a empresas extranjeras, el flujo de inversión foránea no garantiza un crecimiento alto y estable y, a menudo, conduce a una disminución de la soberanía nacional.

Sin embargo, Guillermo Barba señala que el nivel de apertura comercial de un país no tiene que ver nada con su nivel de soberanía. "Soberanía nacional y economía abierta y fuerte no son conceptos contrapuestos. Al contrario. Una mayor fortaleza económica permite contar con un Estado fuerte financiera y políticamente, capaz de defender su soberanía y de hacer valer su Estado de derecho".

Según el economista, "Slim no tiene interés en vulnerar la soberanía argentina ni nada por el estilo, es un empresario y solo quiere hacer negocios".

"Por más importante que sea Slim en México y Latinoamérica, su influencia es limitada en comparación con la cantidad de capital de inversión requerido para mejorar los niveles de crecimiento de un país", señala.

Para Barba, lo mejor que puede hacer el Estado es garantizar los derechos de propiedad, es decir, "un Estado de derecho en plena vigencia, estabilidad macroeconómica y la apertura comercial para crear el ambiente más competitivo posible en beneficio de los consumidores".
"Solo el comercio internacional abierto genera el beneficio mutuo entre países, y asegura un ambiente de cooperación y paz porque ningún país es ni puede ser autosuficiente en todo lo que libremente demandan sus habitantes", expresó Barba.

Según el economista, "el panorama económico de Argentina no está en función de Slim ni de ningún empresario nacional o extranjero, sino en función de si se hace un buen manejo no intervencionista de la economía".

Alfredo Zaiat, por su parte, opina que "la clave es definir condiciones para la inversión extranjera que sea de mutua conveniencia, tanto para la empresa como para el interés nacional. Esto último será uno de los desafíos relevantes de Fernández en la relación con grupos económicos extranjeros".

El 4 de noviembre, el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, mantuvo un encuentro con distintos empresarios mexicanos que tienen inversiones en Argentina, incluido el magnate Carlos Slim, dueño de América Móvil, la firma de telecomunicaciones más grande de América Latina, y la quinta persona más rica del mundo.

Los empresarios mexicanos confirmaron sus intenciones de proseguir con sus proyectos en el país sudamericano.

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