"Resultados de la reunión nocturna: veto al dinero adicional para Ucrania (...). Volveremos sobre este asunto el año que viene tras los preparativos adecuados", escribió Viktor Orban en la red social X. Por su parte, el primer ministro holandés, Mark Rutte, expresó su confianza en que los líderes de la Unión europea decidan a principios del año próximo un programa de ayuda a largo plazo para Kiev.
En este contexto, el analista político y profesor titular del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú Alexéi Zudin afirmó a Sputnik que con el tiempo será aún más difícil para los países europeos llegar a un acuerdo sobre la asistencia a Kiev.
"De momento, no parece que Ucrania vaya a recibir esos 50.000 millones [de euros]. Si resumimos lo que está ocurriendo en Europa en relación con Kiev, allí hay una discordia. Aproximadamente la misma que en EEUU. Además, una discordia alimenta a la otra, es decir, la discordia estadounidense refuerza la que estamos viendo en Europa", opinó el experto.
En sus palabras, Orban ha estado solo, sin apoyo, durante mucho tiempo, pero ahora tiene un colega de ideas afines en Eslovaquia.
"Tal vez aparezca otra persona de ideas afines en los Países Bajos. Aunque están intentando convertir a [el líder del Partido de la Libertad que ganó las elecciones holandesas, Geert] Wilders, en un demonio e intentarán formar Gobierno sin él, pero de un modo u otro, la perspectiva de que Ucrania reciba una cantidad significativa de dinero es cada vez menos clara", resumió.
A principios de diciembre, Orban calificó a Ucrania como uno de los países más corruptos del mundo. El 13 de diciembre, el primer ministro de Hungría declaró que no permitirá a la Unión Europea cometer el error de comenzar las negociaciones sobre la admisión de Ucrania. En su opinión, los países de la Unión europea, al proceder así, "se harán daño a sí mismos", porque no piensan en las consecuencias que tendría para la agricultura comunitaria el ingreso de Kiev. Las protestas actuales por parte de los camioneros de Polonia, Eslovaquia y la República Checa también son resultado de la irreflexión, señaló.
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