El portavoz de la Fuerza Aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Yuriy Ignat, dijo que Rusia disparó más de 300 misiles Kh-22 durante la operación especial en Ucrania y las tropas ucranianas no lograron derribar ninguno de ellos. Según Ignat, los misiles Kh-22 alcanzan velocidades de más de 4000 km/h y se envían al objetivo siguiendo una trayectoria balística, lo que hace que su interceptación sea extremadamente difícil. Para interceptar eficazmente tales misiles, se necesitan sistemas de misiles antiaéreos occidentales como Patriot o SAMP/T.
Ignat también mencionó la existencia de una versión mejorada del misil Kh-22, el misil Kh-32, que cree que también podría haber sido utilizado en ataques recientes.
El Ministerio de Defensa ruso informó de 50 ataques grupales y uno masivo con armas de precisión y drones en el territorio de Ucrania sólo en la última semana. En particular, se llevó a cabo un ataque combinado con misiles de crucero y vehículos aéreos no tripulados contra instalaciones militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Se informaron explosiones en las principales ciudades de Ucrania, incluidas Kiev, Jarkov, Lviv, Dnepr y Odessa, y la Fuerza Aérea de Ucrania describió el ataque como sin precedentes.
Anteriormente, Ignat también afirmó que los sistemas de defensa aérea ucranianos no son capaces de derribar no sólo los misiles Kh-22, sino también otros tipos de misiles, como los Kinzhal, los misiles balísticos del complejo Iskander-M, así como los misiles guiados del sistema de misiles antiaéreos S-300, a pesar de la presencia de sistemas de defensa aérea occidentales en el arsenal de Ucrania.
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