El grupo de ‘hacktivistas’ Anonymous lanzó una serie de ataques dirigidos contra los sitios web de Casa Blanca, FBI y Departamento de justicia de USA y de varias compañías de música y cine. Barrett Brown, que ha colaborado en varias ocasiones con Anonymous, sostiene que el reciente ataque informático realizado por el grupo de ‘hackers’, “ha sido solo el comienzo”.
La acción fue una respuesta a la redada recientemente realizada contra de la página de descargas Megaupload.com. “(El ataque) fue una represalia por Megaupload, al igual que el ataque a Justice.org”, indicó Brown.
Según Brown, si en USA se legitima alguna acción, ellos lo prefieren entender de tal como carta blanca para hacer todo. “En todo el historial de todos los gobiernos de USA, si les dan poder para hacer algo, casi siempre lo interpretan como la posibilidad de obtener el poder de hacer otras cosas”, indicó.
En el caso de Megaupload, el experto denuncia que, si bien no se han aprobados las leyes correspondientes, pero USA ya arresta a los propietarios de Megaupload y clausura su sitio web.
Brown indica que este ataque no supone el punto y final. El grupo PM recientemente ha iniciado una operación llamada ‘Donkey Punch’, que califica como “el último esfuerzo para asegurar que el SOPA salga derrotado, y que aquellos que la apoyan sean intimidados para que estas cosas no vuelvan a ocurrir.”
En un futuro próximo Brown prevé la aparición de otros grupos que utilizarán métodos más militares, y que “la situación escalará en USA hasta que desemboque en una inevitable guerra civil”.
El abogado español especializado en delitos informáticos, José Cosin, cree que merece la pena, pues estamos viviendo “un tiempo en el que situaciones como la de Megaupload crean una inseguridad jurídica, simplemente porque hay empresas importantes en las que tu modelo de negocio no encaja con el suyo”.
Para el diario El Economista de Madrid, Cosin coincide en la línea argumental de inseguridad jurídica se ha producido en las últimas horas que comenta el informático pues “se ha imputado a Megaupload como cabeza de turco de un sector que no quiere hacer el esfuerzo de reconvertirse, impidiendo así usuarios compartir archivos legales, simplemente”.
Al tiempo Cosín asegura que está en proceso para plantear una demanda contra el Gobierno de USA al que reclamará una indemnización “porque los contenidos que tenía yo en la web eran míos, juicios que quería tener siempre a mano y a los que de un plumazo ya no puedo acceder”.
Y como Cosín, hasta dos millones de personas en España que se han quedado sin poder acceder a sus archivos y a sus datos que tiene el FBI. Ante esto Cosin cree que “ha prevalecido el interés de una industria obsoleta por conservar miles de millones de dólares, contra la libertad de compartir archivos de varios miles de millones de personas”.