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jueves, 21 de noviembre de 2013

Hubo un presunto intento de asesinar a Kennedy en México: ex embajador de EU

Los hechos, ocurrieron en La Villa de Guadalupe, en julio de 1962, durante la visita oficial del presidente John F. Kennedy a la Ciudad de México, revela Thomas Mann, ex embajador de Estados Unidos en México, en entrevista con la periodista mexicana Dolia Estévez.



Foto: biblioweb.tic.unam.mx

Dolia Estévez


Durante la histórica visita a la capital mexicana deJohn F. Kennedy, 28 meses antes de su asesinato, las autoridades mexicanas detuvieron a un misterioso individuo que portaba un arma de fuego y que intentó acercarse al Presidente cuando éste visitó la Villa de Guadalupe el 1ro de julio de 1962.

Lo anterior lo reveló Thomas Mann, Embajador en México de los gobiernos de Kennedy y Lyndon B. Johnson, durante una amplia entrevista que sostuve con él en 1992 y que fue publicada en El Financiero, el 20 de julio de ese año. Mann murió en 1999 y sus memorias siguen inéditas.

En la entrevista, Mann habló del peligro que rodeó la única visita de Kennedy a la capital mexicana durante su trágica gestión.

Mann me contó que Kennedy y su esposa, Jackie, ambos católicos, decidieron, fuera de itinerario, ir a misa en la Villa de Guadalupe. “Era el domingo 1ro de julio de 1962. La policía mexicana detectó a un individuo entre la multitud que había acudido a recibirlos con fervor inusual. El sospechoso fue arrestado y se descubrió que portaba un arma de fuego.

Nunca se nos permitió interrogarlo, lo único que se nos informó fue que hablaba con acento cubano y cojeaba de una pierna”, me dijo Mann, “se pensó que sus intenciones eran disparar contra Kennedy”.

“Las autoridades mexicanas no estaban ansiosas de contarnos todo, particularmente si la información tenía incidencia en asuntos de política interna, era su país y se esforzaron en darle la máxima protección a Kennedy. Supimos que interrogaron al sospechoso, aunque desconocemos los detalles”.

Mann sostuvo que con anticipación al viaje presidencial, el cual se realizó del 29 al 1ro de julio, la Embajada había recibido un tip acerca de un posible atentado contra el presidente. “Estábamos en alerta máxima por la mayor parte de su estancia. Yo permanecí en la sede de la embajada monitoreando información y en comunicación con Washington”, comentó.

El diplomático, quien murió creyendo que Cuba estaba detrás del asesinato de JFK, dijo que envió un detallado informe sobre el incidente al Departamento de Estado y al FBI, en base a la escasa información que le proporcionaron las autoridades mexicanas.

En 1992, cuando lo entrevisté, Mann me dijo que no sabía si fue un caso aislado o si el hombre cojo era parte de un complot más amplio que habría estado vinculado al asesinato de JFK en Dallas, el 22 de noviembre de 1963. Los comunicados y memorándums que remitió, algunos escritos en lenguaje codificado, de no haberse destruido, siguen clasificados en los Archivos Nacionales de Estados Unidos.

El incidente no salió a relucir en el curso de las investigaciones de la Comisión Warren y del Comité Selecto sobre Asesinatos de la Cámara de Representantes, órganos que dieron la versión oficial sobre el asesinato.

El veredicto definitivo fue que el asesinato de JFK fue un hecho aislado perpetrado por un individuo de nombre Lee Harvey Oswald, auto-confeso Marxista, detractor de la Unión Soviética y admirador de Fidel Castro.

El 2 de julio de 1962, The New York Times publicó en primera plana un amplio despacho de su corresponsal en México sobre la visita de JFK. La crónica no hace referencia al arresto. Tampoco la prensa de la ciudad de México mencionó el presunto incidente.

Si la revelación de Mann es veraz, querría decir que hubo un intento de asesinato contra JFK, en territorio mexicano, antes al consumado. Pero, de no haber sido así, habría que preguntarse por qué el gobierno de México mantuvo en secreto el caso del presunto cojo armado y de acento cubano que fue arrestado por la policía mexicana a unos cuantos metros del mandatario durante su visita a la Villa de Guadalupe.

75% DE LOS ESTADOUNDIENSES NO CREE LA VERSION OFICIAL

A medio siglo del famoso magnicidio, las encuestas revelan que 75% de los estadounidenses cree que JFK fue víctima de una conspiración. Los libros más populares, entre los miles que se han publicado sobre el asesinato, defienden diversas teorías de la conspiración, en las que los villanos favoritos son la CIA, el FBI, el crimen organizado, los militares y empresarios de derecha, y los cubanos.

El tiempo no ha enterrado la polémica. Medio siglo después del asesinato político que cimbró la historia contemporánea de Estados Unidos, y renuente a aceptar la versión oficial del asesino solitario, la sociedad estadounidense sigue creyendo que existe una verdad oculta.

RECIBIMIENTO MULTITUDINARIO

Al hablar de la visita, Mann se refirió al recibimiento multitudinario conferido a JFK. “Kennedy y su esposa se hospedaron en nuestra casa, en la Calle Londres”, me dijo Mann, quien recordó que tanto JFK como Jackie estaban felices con las manifestaciones de simpatía del pueblo mexicano. “En mis cuarenta años en el servicio exterior, no presencié un recibimiento así para un mandatario extranjero, mucho menos un estadounidense y en México. El hecho de que era católico, joven y atractivo, electrificó al pueblo mexicano”.

Mann reveló que durante las conversaciones privadas entre Kennedy y el Presidente Adolfo López Mateos, en las que tomó parte, el mandatario mexicano le pidió a su homólogo la devolución del Chamisal. “Kennedy me dio luz verde para iniciar el proceso que felizmente concluyó en el retorno del terreno disputado”, dijo Mann, uno de los signatarios del histórico arreglo años después.

El diplomático recordó que el día del asesinato de Kennedy, el 22 de noviembre de 1963, una multitud de mexicanos se postró frente a la Embajada para expresar su pesar. “Las fila de gente esperando su turno para firmar el libro de condolencias daba la vuelta a la cuadra”.

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