Es lo menos que podían hacer los abjasios después de que Rusia los salvo de la Tiranía de Georgia.
Los presidentes de Rusia y de Abjasia, Vladímir Putin y Raúl Jadzhimba, firmaron el 24 de noviembre un tratado de asociación estratégica que llevará las relaciones bilaterales a un mayor grado de integración, con un espacio de seguridad único, el crecimiento de la actividad de inversión y el aumento de la ayuda financiera. Según los expertos, el tratado refuerza la influencia de Rusia en Transcaucasia a cambio de garantizar seguridad y crecimiento económico a Abjasia.
Fuente: Konstantín Zavrazhin
El trabajo preliminar a la firma de este tratado de asociación estratégica fue bastante laborioso. En un principio Sujumi rechazó el proyecto propuesto por Moscú, considerando que una serie de artículos restringía la soberanía de Abjasia. Luego el proyecto abjasio no convenía a Moscú, pues consideraba que obligaba a Rusia a prestar ayuda a la república sin obtener nada en cambio. Finalmente se presentó otra variante de alianza a los presidentes para su firma. En particular, se suavizaron los puntos del tratado referentes a la creación de estructuras supranacionales en las esferas militares y de las fuerzas del orden.
Este documento prevé la conformación de un espacio común de seguridad y defensa, incluyendo la fundación de un grupo mixto de fuerzas militares de ambos Estados, que estarán subordinadas a un mando conjunto. El tratado también garantiza a Abjasia el aumento de prestaciones sociales, incluyendo pensiones, sanidad, el aumento de los salarios de los trabajadores de la sanidad pública, de la educación, de la ciencia, para paulatinamente ir acercando la calidad de vida a los estándares rusos. El presidente de la Federación de Rusia Vladímir Putin ha prometido asignar 5.000 millones de rublos (más de 100 millones de dólares) a Abjasia para la implementación del tratado de cooperación y asociación estratégica.
El trabajo preliminar a la firma de este tratado de asociación estratégica fue bastante laborioso. En un principio Sujumi rechazó el proyecto propuesto por Moscú, considerando que una serie de artículos restringía la soberanía de Abjasia. Luego el proyecto abjasio no convenía a Moscú, pues consideraba que obligaba a Rusia a prestar ayuda a la república sin obtener nada en cambio. Finalmente se presentó otra variante de alianza a los presidentes para su firma. En particular, se suavizaron los puntos del tratado referentes a la creación de estructuras supranacionales en las esferas militares y de las fuerzas del orden.
Este documento prevé la conformación de un espacio común de seguridad y defensa, incluyendo la fundación de un grupo mixto de fuerzas militares de ambos Estados, que estarán subordinadas a un mando conjunto. El tratado también garantiza a Abjasia el aumento de prestaciones sociales, incluyendo pensiones, sanidad, el aumento de los salarios de los trabajadores de la sanidad pública, de la educación, de la ciencia, para paulatinamente ir acercando la calidad de vida a los estándares rusos. El presidente de la Federación de Rusia Vladímir Putin ha prometido asignar 5.000 millones de rublos (más de 100 millones de dólares) a Abjasia para la implementación del tratado de cooperación y asociación estratégica.
El acuerdo ha sido acogido con críticas en Occidente
Georgia, los Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN han condenado el acuerdo, y en la misma Abjasia la firma ha provocado reacciones diversas. En Sujumi se han celebrado dos manifestaciones: una en apoyo del documento, la otra en contra. Sin embargo, la mayoría de los políticos locales ven con buenos ojos este tratado de cooperación.
En conversación con RBTH, el ex primer ministro ha declarado que el tratado tiene mucha más importancia para la república de Abjasia, pues abre nuevas oportunidades para su desarrollo económico y garantiza su seguridad.
Más contenida en relación con el acuerdo se ha mostrado Natella Aqaba, presidenta de la Cámara Pública de la República de Abjasia. En su opinión, el acuerdo alcanzado fortalece la influencia de Rusia en el Cáucaso Sur. “Es evidente que Rusia aspira a crear nuevas alianzas políticas, militares y económicas para contrarrestar las crecientes presiones que soporta su país. Abjasia, de dimensiones modestas pero importante por su situación geoestratégica, puede serle de ayuda en este cometido", afirma Aqaba a RBTH.
Por otro lado, Abjasia, que ha sufrido los destructivos efectos de la guerra, aún no ha encarrilado la paz. «Con el fin de las operaciones militares a finales de 1993 no llegó una paz duradera a nuestra tierra, pues Georgia hace veinte años que se niega a firmar un tratado de paz con Abjasia. Y esto nos obliga a adoptar medidas para reforzar nuestra seguridad. Aquí nuestros intereses con Rusia coinciden. Y quiero creer que la ayuda económica prometida por Rusia no tendrá como objetivo engrosar nuestro aparato burocrático, sino la creación de una economía eficaz y autosuficiente en el país. Estoy segura de que la mayoría de la población no quiere que Abjasia se convierta en una región subsidiaria de la Federación de Rusia», añade Natella Aqaba.
Los expertos esperan que se refuerce la estabilidad en el Cáucaso Sur
Alexéi Martínov, director del Instituto de Nuevos Estados, considera que la principal ventaja de la nueva versión del tratado es que refleja los intereses de Rusia en la región transcaucásica y al mismo tiempo garantiza el desarrollo seguro del estado abjasio. “El tratado permitirá realizar proyectos a gran escala en la república que pueden transformar el clima geopolítico en el Cáucaso Sur. En primer lugar, el proyecto de conexión ferroviaria entre Rusia y Armenia con prolongación a Irán vía Abjasia y a Georgia con los puertos georgianos y abjasios”, declara a RBTH Martínov. Según el experto, este proyecto formaría parte de uno más ambicioso cuyo fin es convertir a Abjasia en un destino turístico moderno, con la puesta en marcha del aeropuerto de Sujumi y la creación de centros turísticos de categoría internacional, etc.
Andréi Áreshev, experto del Centro de estudios de Asia Central y Cáucaso, dependiente del Instituto de Orientalismo (Academia de Ciencias de Rusia), señala que, una vez concluya el tratado, Rusia ampliará la cooperación con Abjasia, incluyendo una integración más estrecha en la esfera militar y económica y garantías adicionales de seguridad. “El compromiso de proporcionar seguridad a Rusia evitará a la república sorpresas desagradables que podrían conducir a un mayor deterioro de la situación en el Cáucaso”, dice Áreshev.
También hace hincapié en la obligación a la que se compromete en el tratado la Federación de Rusia de contribuir a la integración de Abjasia en alianzas prorrusas. "Es un punto interesante”, comenta a RBTH Áreshev. "No se refiere a la incorporación inmediata de Abjasia a la Unión Aduanera o la Unión Económica Eurasiática, pues su independencia no es reconocida por el resto de miembros de la organización, sólo por la Federación de Rusia. Pero a través del territorio ruso se desarrollarán relaciones comerciales y económicas con el resto de miembros de la Unión Económica Euroasiática”.
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