En mayo pasado, el Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) sorprendió al gobierno sirio con una ofensiva a gran escala para capturar la vasta zona desértica de la gobernación de Homs.
En una semana, ISIS capturó la rica ciudad petrolera de al-Sukunah y la antigua ciudad de Palmira (Tadmur) que arrebaraton a un sobrecargado Ejército Árabe Sirio (EAS), haciendo que este último se retirarse rápidamente de varios kilómetros de terreno desértico.
Para colmo de males, ISIS puso en marcha una nueva ofensiva en agosto para capturar el campo del sudeste de la gobernación de Homs, que incluía la antigua ciudad asiria de Qaratayn y el paso fronterizo de Tanf.
Desde hace meses, las fuerzas armadas sirias intentaron varias veces para recuperar el territorio alrededor de Palmira y Qaratayn; sin embargo, cada ofensiva terminó en decepción, ya que las defensas de ISIS resultaron ser demasiado fuertes.
Parte del problema para las fuerzas armadas sirias era la escasez de personal militar para mantener el territorio que era recapturado a manos de ISIS.
Como resultado de sus deficiencias en todo el país, las fuerzas armadas sirias recibieron el regalo más grande que podían esperar a finales de septiembre, cuando la Fuerza Aérea Rusa entró en la guerra.
No sólo fueron frecuentes los ataques aéreos rusos contra los enemigos del gobierno sirio, también fueron increíblemente poderosos.
Ahora, con ISIS detenido en Palmira y Qaratayn, las fuerzas armadas sirias están en condiciones de realizar su muy esperada ofensiva en el desierto para recuperar esta parte rica en petróleo en el centro de Siria.
Liderando el camino del Ejército Árabe Siria (EAS) están los prominentes comandantes de las Fuerzas Tigre, el Coronel Suheil al-Hassan y el Coronel Shady al-Isma’el.
Luchando junto a las Fuerzas Tigre y a la 67ma Brigada de la 18va División de Tanques del Ejército Árabe Sirio están las poderosas facciones paramilitares progubernamentales: Liwaa Suqur al-Sahra (Brigada de Halcones del Desierto), Dara Qalamún (Escudo del Qalamún), las Fuerzas de Defensa Nacional (FDN), la milicia del Partido Social Nacionalista Sirio (PSNS), y los Batallones del Baaz.
Además de las fuerzas sirias, una serie de grupos extranjeros están participando en las operaciones para liberar a Palmira, incluyendo a Hezbolá (libanés), Harakat al-Nujaba (iraquí), Liwaa al-Badr (iraquí), Liwaa Imam Ali (iraquí) y Kataib Hezbolá (iraquí).
Supervisando todas las operaciones en el desierto estarán los asesores militares de la Armada Rusa y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (CGRI).
Las fuerzas sirias ya han realizado varios avances en los últimos días; sin embargo, la principal ofensiva no ha comenzado aún.
De acuerdo con un oficial de alto rango de las Fuerzas Tigre, la masiva ofensiva en el desierto está programada para comenzar en los próximos días, pero va a estar supeditada a una serie de factores ambientales.
El Comando Central del Ejército Árabe Sirio y sus aliados han estado planeando esta ofensiva durante mucho tiempo; se espera que sea la mayor operación militar que tendrá lugar durante esta guerra brutal.
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