NOVE1

Carlos jugaba  en el bosque con su hermano Manuel, él lo había visto a través de la pared como corría a esconderse, pudo percatarse que había avanzado hasta un árbol que estaba del otro lado, como a unos quince metros de su ubicación; él sabia que cercas de ahí había un pozo algo profundo, pero su hermano desconocía esto, entonces, tratando de adelantarse al  posible accidente que pudiera sufrir Manuel, camino con pasos pausados hacia el, tratando de no hacer ruido al pisar el césped, por que temía que si su hermano lo oía acercarse correría a volver a esconder, y podría ser que corriera en la dirección del pozo, pero a pesar del cuidado que tuvo, su hermano lo percibió acercarse a el, y sucedió lo que el temía; Manuel cayo en el pozo pegando un gran grito; él corrió hasta su hermano para ver en que condición se encontraba, observo como Manuel tenia un rictus de dolor en su rostro mientras se agarraba su mano derecha con la izquierda, le brotaba un chorro de sangre del muñón que había quedado donde antes estaba su dedo meñique de esa mano, ¿que te ha pasado?, pregunta, me duele mucho!, espera voy por algo para poder sacarte de ahí.   Mientras camina Carlos hacia su vehículo, va recordando la vez que el había perdido un dedo de la mano al enredarsele la cuerda con la que se sujetaba al momento de caer, cuando escalaba una pared rocosa de una montaña, pues el en ese tiempo practicaba el alpinismo, pero de esa herida no quedaba ni un solo rastro, ahora tenia su dedo otra vez, idéntico y plenamente funcional al que había perdido, y ciertamente tuvieron que pasar algunos días para recuperar el dedo, pero finalmente le había vuelto a salir, y lo maravilloso es que era igual al amputado.

De repente Carlos recordó que no era necesario alejarse de su hermano, pues bien podía llamarle a su vehículo para que fuera hasta donde ellos, o podía llamar a sus padres o a los servicios de emergencias para que los auxiliaran; opto por llamar a su auto.   

En un momento apareció el vehículo arriba de su cabeza, descendiendo con suavidad a un lado de el; enseguida descendió  su asistente bionico para brindarle ayuda.   Carlos le informo de la situación y los dos caminaron hasta donde su hermano; llegando ahí, el asistente descendió a su lado de un salto, el  procedió a  escanear el cuerpo del herido, mediante una luz que salia de su mano en forma de un haz que recorrió todo el cuerpo de Manuel, que permitía al robot descubrir si es que tenia alguna herida interna o fractura, pudiendo comprobar que Manuel aparte de la perdida del dedo, solo había sufrido contusiones leves, pues al momento de caer en el pozo detuvo un poco la fuerza de la caída  al intentar detenerse con las manos, pero el dedo se le había atorado en una arista de la pared del pozo, por eso lo había perdido. 

Con algún instrumento sacado del botiquín parecido a una pistola, el robot le aplico un gel que detuvo la hemorragia y el dolor, procediendo a desinfectar la herida y a cubrirla con una cinta de un polímero especial, para ayudar a regenerar el órgano afectado .   El robot tomo en sus brazos a Manuel y nuevamente de un brinco salieron los dos del pozo.     

Carlos trataba de consolarlo, asegurandole que no le dolería mas, y en unos cuantos días le volvería a salir el dedo; algo que era cierto.     Los tres caminaron hasta el auto, subiendo al mismo y alejándose para llegar hasta su hogar.