Washington buscará penetrar en el mercado nuclear dominado por Rusia y China para poder recuperar su liderazgo perdido en la exportación de la tecnología atómica de primera clase. Sin embargo, será incapaz de llevar a la práctica este plan porque el mundo ya no es como antes, advierte el politólogo ruso Andréi Koshkin.
EEUU ha perdido su posición competitiva como líder mundial en el ámbito de la energía nuclear. En particular, EEUU ha cedido su liderazgo a países como Rusia y China, a sus empresas estatales y a los Estados en vías de desarrollo que buscan llenar este vacío, dice el nuevo informe publicado por el Departamento de Energía de EEUU.
Tras décadas de abandono, el sector nuclear comercial de EEUU —que incluye las minas y plantas involucradas en generar energía— corre el riesgo de volverse insolvente. El país norteamericano está a punto de perder su habilidad para producir su propio combustible nuclear, tal y como explican los autores del informe. Este desenlace amenaza sus intereses nacionales y su seguridad energética.
"Tras haber rechazado competir por su influencia nuclear, EEUU permitió a Rusia y a China establecer relaciones a largo plazo con naciones enemigas, más un aliado de la OTAN y otros Estados que tienen una gran importancia estratégica y geopolítica para Washington", dice el documento.
Actualmente existe un número de naciones en Europa del este y en África que tiende a avanzar hacia la cooperación con Moscú y Pekín. Por ello, desde el Departamento de Energía urgen a Washington a no ceder estas relaciones y a no obstaculizar su habilidad para adoptar compromisos que beneficien su política exterior.
Los autores del informe destacan que Rusia cuenta con contratos externos en los que se prevé construir reactores nucleares por valor de 133.000 millones de dólares. El país euroasiático planea apoyar la construcción de más de 50 instalaciones de este tipo en 19 países. A su vez, China ya está construyendo cuatro reactores en el extranjero y busca aumentar su número hasta 16 en el futuro.
Mientras tanto, EEUU no está presente en este mercado global, que, según el Departamento de Comercio del país norteamericano, será valorado entre 500.000 y 740.000 millones de dólares en la próxima década, y tampoco cuenta con contratos externos. Por ello, el Gobierno estadounidense buscará recuperar su liderazgo en el ámbito de la exportación de tecnología nuclear de primera clase.
Como parte de su estrategia, Washington planea permitir a la Comisión Reguladora Nuclear de EEUU (NRC) prohibir las importaciones de combustible nuclear fabricado en Rusia y China. Este organismo otorga las licencias que autorizan dichas actividades económicas.
La empresa rusa TVEL, que forma parte de la corporación Rosatom, es una de las pocas que van desarrollando sus proyectos en EEUU. En 2008 esta compañía empezó a suministrar combustible de repuesto para los reactores estadounidenses. Mientras la actual estrategia aún no ha empezado a implementarse por Washington, TVEL puede seguir exportando sus productos nucleares a EEUU.
Una vez que los planes del país norteamericano se materialicen, el Grupo de Trabajo sobre combustible nuclear apoyará una acción rápida para "limitar o prohibir las importaciones" de aquel que haya sido "fabricado en Rusia o China". Tal ofensiva pondrá en duda otro proyecto realizado por TVEL. El respectivo contrato fue firmado por la empresa en 2016 y prevé suministrar su combustible nuclear TVS-Kvadrat para uno de los operadores de las centrales atómicas estadounidenses.
Actualmente EEUU intenta mantener su liderazgo mundial. Por ello las autoridades estadounidenses buscan expulsar a Rusia y China de la esfera de las tecnologías nucleares, enfatizó el analista político ruso Andréi Koshkin en una entrevista con Sputnik.
Sin embargo, el actual informe publicado por el Departamento de Energía no tiene nada que ver con la realidad. EEUU "va perdiendo oportunidades y es incapaz de ser primero en todos los ámbitos de la vida cotidiana", considera el experto, al señalar los resultados de la lucha de Washington contra la pandemia. "Lo mismo ocurre en otros ámbitos", recalca el politólogo.
"Tanto Rusia como China desarrollan exitosamente la alta tecnología y Washington no puede alcanzarlos. Las tentativas de los autores que trazan estas estrategias se traducen en esfuerzos propagandísticos implementados con el objetivo de recordar que una vez EEUU vivió en un mundo unipolar. Ahora este modelo se está arruinando", concluyó.
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