Rusia arremete contra EE.UU. y sus aliados por rechazar una resolución que pedía el fin de sanciones a los países en desarrollo en medio de la crisis.
Rusia, a través de una resolución, pidió a principios de este mes de abril ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el abandono de las guerras comerciales contra 134 países, bajo la bandera del Grupo de los 77 (G77) —integrado por países en vías de desarrollo con el objetivo de ayudarse, sustentarse y apoyarse mutuamente en las deliberaciones de las Naciones Unidas—.
En este sentido, Rusia destacó que no deberían aplicarse sanciones unilaterales sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU en un momento en que la crisis se apodera de todo el mundo; sin embargo, esta resolución fue rechazada el miércoles por EEUU, la Unión Europea, el Reino Unido, Canadá, Japón y Corea del Sur.
En respuesta, la misión rusa en la ONU ha declarado este jueves que oponerse al documento demuestra claramente que los llamados de los países mencionados “a la solidaridad y la ayuda a los países con recursos limitados para luchar contra el problema, no fueron más que una maniobra de propaganda”.
Asimismo, ha dejado claro que uno no puede ayudar a alguien con una mano y “asfixiarlo con la otra”.
La misión rusa, también, ha indicado que Washington y sus aliados al rechazar dicha resolución no cumplieron con el llamado relevante del secretario general de la ONU, António Guterres, quien exigió que se alivien las sanciones y que se eliminen los obstáculos a los esfuerzos mundiales para combatir la crisis.
Mientras todo el mundo está combatiendo contra la pandemia letal, son varios los países, incluido Irán, Venezuela y Cuba, los que están sujetos a los embargos contra la humanidad de EEUU; terrorismo médico de Washington a Teherán y Caracas ha obstaculizado la importación de los fármacos y equipos necesarios.
Sin embargo, a pesar de las advertencias y críticas de varias organizaciones internacionales y diferentes países, el presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró que Washington no tiene “responsabilidad moral” para levantar las sanciones antiraníes.
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