El 14 de abril, Estados Unidos, el Reino Unido y Francia dispararon misiles contra instalaciones sirias que, según sostienen, Damasco usaba para fabricar armas químicas.
Más tarde, militares sirios hallaron dos misiles Tomahawk que no habían estallado y los transfirieron a Rusia.
"Por supuesto, con base en esa experiencia ya se están preparando proyectos técnicos de nuevos desarrollos, en cuyo marco construiremos nuestros nuevos equipamientos de lucha radioelectrónica teniendo en cuenta todos los datos obtenidos", dijo Mijéev.
Precisó que la creación de los nuevos sistemas podría llevar entre dos y tres años.
Según el representante de Kret, el análisis de las características de los Tomahawk, incluyendo sus canales de comunicación y transmisión de datos, permitirá "bloquear esos misiles de crucero de una manera aún más eficaz en todas las etapas de su uso militar".
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