El mercado de bonos del Tesoro estadounidense registró una pérdida anual récord en 2022, según informa Bloomberg. El índice de Bloomberg que evalúa el valor de los bonos estadounidenses disminuyó en un 12,5 %, su mayor pérdida anual en sus cuatro décadas de historia. Esta tesitura se vio impulsada por la presión inflacionista que impulsó a la Reserva Federal a elevar su tasa de interés de referencia a un día.
Si el Banco Central sube los tipos, los bonos pierden su atractivo y su precio disminuye. Por el contrario, si la Fed baja los tipos, los bonos suben de precio.
De este modo, en 2022 la pérdida de atractivo de los bonos alcanzó su máximo en octubre y febrero, cuando la Fed subió los tipos con rapidez. No obstante, retrocedió en diciembre, cuando la inflación empezó a mostrar moderación y los funcionarios de la institución ralentizaron el ritmo de endurecimiento de la política monetaria.
Además, la diferencia entre los rendimientos de los bonos a dos y diez años, considerada un indicador de las expectativas económicas, se situó a niveles negativos a finales de año. Muchos expertos lo consideran una señal de recesión, informa Reuters.
Sin embargo, las previsiones para 2023, resumidas por Bloomberg, son bastante optimistas. Los estrategas de tipos de interés estadounidenses prevén en su mayoría que los bonos del Tesoro repunten en la segunda mitad de 2023, siempre que se suavicen las condiciones del mercado laboral y disminuya la inflación.
Si el Banco Central sube los tipos, los bonos pierden su atractivo y su precio disminuye. Por el contrario, si la Fed baja los tipos, los bonos suben de precio.
De este modo, en 2022 la pérdida de atractivo de los bonos alcanzó su máximo en octubre y febrero, cuando la Fed subió los tipos con rapidez. No obstante, retrocedió en diciembre, cuando la inflación empezó a mostrar moderación y los funcionarios de la institución ralentizaron el ritmo de endurecimiento de la política monetaria.
Además, la diferencia entre los rendimientos de los bonos a dos y diez años, considerada un indicador de las expectativas económicas, se situó a niveles negativos a finales de año. Muchos expertos lo consideran una señal de recesión, informa Reuters.
Sin embargo, las previsiones para 2023, resumidas por Bloomberg, son bastante optimistas. Los estrategas de tipos de interés estadounidenses prevén en su mayoría que los bonos del Tesoro repunten en la segunda mitad de 2023, siempre que se suavicen las condiciones del mercado laboral y disminuya la inflación.
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