La Fuerza Aérea estadounidense trabaja activamente para acelerar el desarrollo de armas hipersónicas, tras el anuncio de la realización de supuestas pruebas de misiles hipersónicos por parte de China, afirmó Kris Osborn, en un artículo para National Interest (NI).
De acuerdo con un reciente informe de la Junta de Estudios de la Fuerza Aérea de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, el país norteamericano no está solo en su búsqueda de armas de mayor velocidad. Además de China y Rusia, que ya están probando sus versiones de armamentos hipersónicos, otros países han mostrado interés en desarrollar las tecnologías subyacentes para el vuelo hipersónico.
"Debemos expandir los límites de la tecnología en todas las áreas (…) Nuestros adversarios no están parados, están buscando todas las ventajas que pueden obtener", afirmó el general David L. Goldfein, jefe de estado mayor de la Fuerza Aérea de EEUU.
Según Osborn, mientras EEUU expresa su creciente preocupación por el progreso de las armas hipersónicas rusas y chinas, el país norteamericano ha estado progresando en el desarrollo de posibles tecnologías de vuelos y armas hipersónicas ya desde hace varios años.
Sin embargo, de acuerdo con Geoffrey Zacharias, científico-jefe de la Fuerza Aérea, un progreso significativo en los equipamientos hipersónicos requerirá décadas de desarrollo tecnológico continuo.
China, por su parte, lleva desde el año 2000 enfrascada en el desarrollo del motor con el que serán equipados sus proyectiles hipersónicos y, en mayo del año corriente, llevó a cabo dos vuelos de prueba, según medios chinos.
Sin embargo, de acuerdo con Geoffrey Zacharias, científico-jefe de la Fuerza Aérea, un progreso significativo en los equipamientos hipersónicos requerirá décadas de desarrollo tecnológico continuo.
China, por su parte, lleva desde el año 2000 enfrascada en el desarrollo del motor con el que serán equipados sus proyectiles hipersónicos y, en mayo del año corriente, llevó a cabo dos vuelos de prueba, según medios chinos.
Según Zacharias, las noticias recientes acerca de estas supuestas pruebas chinas de un arma hipersónica han causado preocupación entre los líderes del Pentágono y de los analistas de amenazas del país norteamericano.
El científico-jefe enfatizó, sin embargo, que una gran parte de las informaciones relativas a los éxitos hipersónicos chinos es clasificada y, por lo tanto, no se conocen los reales detalles del proyecto.
No obstante, el autor del artículo consideró que si China, de hecho, posee armas hipersónicas de alta velocidad y de gran alcance (aunque en fase de desarrollo), las cuestiones relacionadas con la 'denegación de acceso' (A2AD, por sus siglas en inglés) podrían ser afectadas dramáticamente.
El A2AD es una situación en que una nación utiliza sensores de largo alcance y armamento de precisión para denegar a su rival la posibilidad de operar en la vecindad de algunas áreas estratégicamente significativas, como regiones cercanas a una costa, por ejemplo.
Si se convierten en realidad, las armas hipersónicas podrían funcionar como armas de denegación de acceso y poner embarcaciones que se mueven a bajas velocidades, como los portaviones estadounidenses, bajo un gran riesgo.
El científico-jefe enfatizó, sin embargo, que una gran parte de las informaciones relativas a los éxitos hipersónicos chinos es clasificada y, por lo tanto, no se conocen los reales detalles del proyecto.
No obstante, el autor del artículo consideró que si China, de hecho, posee armas hipersónicas de alta velocidad y de gran alcance (aunque en fase de desarrollo), las cuestiones relacionadas con la 'denegación de acceso' (A2AD, por sus siglas en inglés) podrían ser afectadas dramáticamente.
El A2AD es una situación en que una nación utiliza sensores de largo alcance y armamento de precisión para denegar a su rival la posibilidad de operar en la vecindad de algunas áreas estratégicamente significativas, como regiones cercanas a una costa, por ejemplo.
Si se convierten en realidad, las armas hipersónicas podrían funcionar como armas de denegación de acceso y poner embarcaciones que se mueven a bajas velocidades, como los portaviones estadounidenses, bajo un gran riesgo.
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