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domingo, 15 de septiembre de 2013

Bandar bin Sultan: Haré que las madres chiíes estén de luto

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El jefe del Servicio de Inteligencia de Arabia Saudí, el príncipe Bandar bin Sultan, quien no esperaba que la Diplomacia rusa lograra suspender el ataque de EE.UU. contra Siria, se ha vuelto loco y ha lanzado declaraciones vengativas contra los chiíes, ha informado este domingo el sitio libanés Al-Khabar Press.

Según la fuente, al titular árabe no le ha sentado bien que el Gobierno de Washington llegara a un acuerdo con Moscú, a la hora de descartar las opciones militares en el caso sirio, y optara por una oferta rusa que propone al Ejecutivo de Damasco poner sus armas químicas bajo el control de la comunidad internacional.

A juicio de Sultan, la Diplomacia de Irán y el temor al Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano, Hezbolá, han llevado al Estado norteamericano a suspender una intervención militar en Siria, que pretendía castigar al Gobierno de Bashar al-Asad so pretexto de haber autorizado el uso de armas químicas en un presunto ataque en los suburbios de la capital, el pasado mes de agosto.

Con fecha anterior, Bandar bin Sultan había mantenido una reunión con el presidente ruso Vladímir Putin en Moscú, donde había afirmado que el caso sirio no tiene solución política.

El príncipe árabe, frustrado por el descarte de una opción militar contra Siria, ha prometido en un evento privado que tomará venganza contra Irán, Siria y Hezbolá.

En este sentido, ha lanzado amenazas de que se vengará de los musulmanes chiíes en El Líbano, y hará que sus madres estén de luto.

Después de tres días de conversaciones en Ginebra, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, lograron el sábado un acuerdo respecto a las armas químicas de Siria.

Según el mismo, Damasco tiene una semana para proporcionar a los inspectores internacionales información detallada sobre sus arsenales de armas químicas.

Dicho acuerdo consta de seis puntos que, entre otras demandas, exige a Damasco el acceso de los inspectores de la ONU a su arsenal químico, con el objetivo de destruirlo para mediados de 2014.

Según algunos analistas políticos, Washington se ha retirado de su iniciativa de realizar una intervención militar en Siria, debido a la oposición de la opinión pública a sus fracasadas políticas bélicas en la región. 
 
Fuente

msh/ybm/hnb

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