Buscar en este blog

miércoles, 18 de septiembre de 2013

El problema de los Nacionalismos

 
El infame juego "independence Game" que supuestamente enfrenta en guerra a Cataluña contra el resto de España. Parece que alguien desde arriba quiere manipular las cabezas para enfrentarnos.

 Un país normal, pongamos por ejemplo, Estados Unidos, no puede consentir la existencia de grupos o partidos nacionalistas secesionistas. En cuanto las autoridades sepan que hay una organización que conspira para destruir la unidad del país, y exigir la secesión de algún territorio de la Unión, en pocas horas la sede central de esa organización estará rodeada por la Policía y el FBI; detenidos sus líderes, y enviados a la cárcel. Y lo mismo podemos decir de Francia y los demás países europeos.

Estados Unidos e Inglaterra, y algunos otros países europeos, simpatizan con la Independencia de Cataluña y País Vasco, pero no porque esos territorios ni esas personas les importen una mierda, sino porque les interesa fragmentar un gran país como es España, y que así quede un País Vasco débil, una Cataluña débil y una España débil. Cuanto más débiles seamos nosotros, más fuertes serán ellos. Esta fué siempre la estrategia de las potencias europeas en los siglos pasados.

Con el final del Franquismo, y la llegada de la Transición Democrática, fue un error y una ilegalidad el permitir la existencia de partidos nacionalistas, cuyo único objetivo es perseguir la secesión o separación de ciertos territorios, y por consiguiente, destruir la Unidad de España.

Legalizar partidos separatistas no es una expresión de libertad y democracia, sino que es como colocar unas cargas explosivas que van a intentar por todos los medios volar al propio Estado.

Solamente sería legítima la existencia de movimientos nacionalistas en territorios de colonias, en proceso de descolonización, o bien en países que han sido invadidos por la fuerza, por ejemplo, los países nórdicos y del Este que fueron ocupados por la URSS, aprovechándose de su ocupación estratégica contra el Nazismo durante la 2ª Guerra Mundial.

No es éste el caso de España, y por lo tanto, España no tiene por qué albergar a organizaciones nacionalistas separatistas, que son ilegítimas, y que no tienen justificación de ser. Buscaron injustificadamente su legitimación haciéndose pasar por "víctimas" del Franquismo y de la "falta de libertades políticas" que hubo en aquella época del régimen anterior.

Porque la democracia solo es un sistema de organización política más, y también tiene sus límites. En democracia no se puede defender todo, porque no todo es defendible ni admisible ni tolerable; por ejemplo, no se permite el nazismo hitleriano, no se defiende a los violadores, no se defiende a los asesinos ni a los genocidas, y de igual modo, no se debe permitir la existencia de partidos cuya única meta es romper y destruir el Estado al que legítimamente se pertenece.

Si la Unidad de España está protegida en la Constitución, entonces no tiene ningún sentido permitir la existencia de partidos que pretenden la Secesión y la Desunión de España, sin ninguna justificación legítima. No obstante esos partidos nacionalistas fueron legalizados, y de ahí deriva todo el problema actual.

El miedo que el Poder tenía en aquella época de la década de 1970 era la legalización del Partido Comunista, incluso del Partido Socialista, y otros afines, por los recuerdos del Enfrentamiento de los dos Bandos en la Guerra Civil del siglo pasado, pero al final hemos visto que el peligro mayor no eran ese tipo de partidos de la Izquierda ideológica clásica, sino los entes nacionalistas, y no porque estos entes nacionalistas tengan una ideología de izquierda o derecha, sino porque básicamente y fundamentalmente son excluyentes y anti-españoles.

Después de su legalización, los partidos y entes nacionalistas, en la práctica, han funcionado como auténticos embriones del Odio, y han destinado a su causa secesionista el grueso de todos los presupuestos públicos de esas comunidades, cuando en realidad esos recursos debían haber sido destinados a las necesidades reales de los ciudadanos de esas regiones.

Y por supuesto, han ocupado férreamente los medios de comunicación públicos de su Comunidad y la Competencia de Educación, dos cesiones temerarias e irresponsables que nunca debía haber hecho el Estado. Es decir, una Comunidad Autonómica puede tener medios de comunicación públicos y oficiales propios, pero siempre y cuando no sirvan para lanzar el odio y la separación entre los ciudadanos. Justo lo contrario de lo que se ha hecho.

¿Por qué en 1980 los nacionalistas catalanes no pedían la Secesión, si el pueblo catalán es el mismo? Porque en 1980 prácticamente ningún catalán en Cataluña se definía como secesionista. ¿Qué ha podido ocurrir en estos 33 años para que las organizaciones nacionalistas ahora sí pidan la Secesión? Pues que en estos 33 años se ha aplicado, desde el Poder Nacionalista, un programa de adoctrinamiento colectivo o lavado de cerebro nacionalista, que ha utilizado a los medios de comunicación, las Escuelas, los Presupuestos que debían haber ido a los ciudadanos, etc...

Y lo que es más grave, y se puede deducir, por ejemplo, del caso actual de Cataluña, es que, estas fuerzas nacionalistas estan conduciendo a Cataluña hacia un Enfrentamiento Civil, es decir, hacia la Guerra Civil. Si podremos evitar la Guerra Civil eso es algo que todavía no sabemos.

Llegados a esta situación peligrosa, solo hace falta que haya un muerto o varios muertos en algún disturbio callejero entre secesionistas y constitucionalistas, y ya entraríamos dentro de un Clima Pre-Bélico.

En realidad, la no-acatación por parte de las instituciones nacionalistas de las sentencias judiciales y de las leyes constitucionales establecidas, que desde hace tiempo se viene cometiendo, ya obliga a la intervención en Cataluña o a la Supresión de la Autonomía. La Cataluña Nacionalista ya ha hecho suficientes méritos, económicos y jurídicos, para ser totalmente intervenida y suspendida de autonomía.

 El llamado así mismo como "El profeta de América", Reinaldo Dos Santos, vidente ocultista, vaticinó una supuesta lucha por la Secesión entre Cataluña y el resto de España, que costaría muchas vidas. Finalmente, según sus predicciones, los territorios nacionalistas se separarían... 

Pero hay que tener cuidado con este tipo de profetas ocultistas y con sus oscuros vaticinios televisados, ya que solo pretenden extraviar a los seres humanos.

Desde mi punto de vista es un error que el artículo 2 del Título Preliminar de la Constitución Española reconozca la existencia de nacionalidades, ya que tanto Cataluña como País Vasco, si bien sí han tenido una esencia cultural y lengua propia, nunca en la Historia han sido naciones independientes y soberanas, y por tanto, nunca jamás fueron invadidas ni colonizadas; por lo cual, no se puede y no se debe querer reconocer una cosa que nunca ha existido. Y nunca en la Historia Cataluña y País Vasco fueron zonas nacionalistas ni excluyentes, ya que el nacionalismo es un invento moderno.

Ahora bien, sí se puede reconocer a los Pueblos y a las Regiones, pero que ya no tienen ese tinte nacionalista perverso. No era necesario incluir la palabra "nacionalidades".

La única nacionalidad oficial que tenemos todos los españoles es la nacionalidad española, el DNI español y el pasaporte español. Y los sentimientos regionales todo el mundo los tiene, como es natural.

Este texto que exalta las nacionalidades es un gol nacionalista, ya que algunos de los "Padres" que intervinieron en la Redacción de la Constitución Española de 1978 eran nacionalistas, y unos y otros hicieron cesiones para pactar. Por lo tanto, en la próxima corrección de la Constitución habría que suprimir el término gratuito y nacionalista de "nacionalidades". Pues de ahí derivó mucho problema y también sirvió para respaldar la legalización desastrosa de los partidos nacionalistas anti-españoles, que había tenido lugar un año antes, en 1977. Lo cual todo ello era una contradicción evidente contra la Unidad del Estado que defiende y garantiza la Constitución Española.

Alguien nacionalista podría decir que su región es también nación porque lo avala su lengua propia, pero la existencia de una nación no siempre es justificada por una lengua, ya que tenemos ejemplos como el de Suiza, en donde existe un alto grado de cohesión y patriotismo, pero a la vez existen 3 lenguas: francés, italiano, y alemán, y no existe una lengua propia que sea oficial o principal. O tenemos, por ejemplo, el caso de cualquier país hispano-americano, en los que se habla español, pero no pertenecen a España. Y así, existen muchos otros ejemplos.

La lengua, pues, no justifica necesariamente una determinada nación o nacionalidad, y no justifica la amputación violenta de una región con respecto a su entorno natural y a su propia historia compartida durante siglos o desde siempre.

En un pasado muy lejano, cuando la Península Ibérica estaba habitada por tribus y aldeas, los catalanes tuvieron una esencia y lengua propia y común; formaban aldeas, feudos y condados locales, y habitaban en territorios próximos, pero sin la existencia de una entidad nacional superior. Ni siquiera eran un Pueblo, entendido como tal, sino muchos pueblos vecinos que vivían en el norte de la costa mediterránea ibérica.

Nunca jamás los catalanes formaron una Nación organizada y política propia, y nunca jamás fueron un Estado propio. Por el contrario, trazaron voluntariamente una Historia de Unión, durante siglos, con el resto de los pueblos hispanos vecinos para formar un Gran Reino, el Reino de España.

Las hordas musulmanas llevaban el espanto y el terror a los pueblos hispanos de la Península Ibérica. ¿Cómo defenderse de tan terrible y cruel Invasión?...

Esta Unión de los pueblos hispanos no era porque sí ni por capricho de unos u otros, sino porque había razones muy poderosas para ello, por ejemplo, había que defenderse de una terrorífica Invasión de los Musulmanes, y Cataluña necesitaba la protección militar del Reino de Aragón. Y si a ellos se unía el Reino de Castilla mejor aún. Todo fué correcto y a voluntad de los propios catalanes.

En 1137 tuvo lugar la Unión del Reino de Aragón y el Condado de Barcelona mediante el Matrimonio de Ramón Berenguer IV y Petronila de Aragón.

Un Reino el de España que además fué unido en sangre y familia mediante Matrimonios de Familias Reales. Primero tuvo lugar un Matrimonio Real para sellar el Reino de Aragón y el Condado de Barcelona, en el siglo XII, y después, pocos siglos más tarde, en el siglo XV, tuvo lugar un nuevo Matrimonio Real entre la Reina Isabel de Castilla y el Rey Fernando de Aragón.

Por lo tanto ¡Cuchi Cuchi!.. madrileños y catalanes... ¡Somos Familia!....

 En 1469 la Reina Isabel de Castilla y el Rey Fernando de Aragón, representando también a Cataluña, se unieron en Santo y Real Matrimonio, formando el Reino de España. (Serie "Isabel" de TVE)

Llegados a este punto, ¿Tiene sentido que Cataluña reniegue ahora de su propia Historia de Unión con el Resto de España? ¿Tiene sentido ahora, en el siglo XXI, volver a la época pre-romana o feudal y renegar de toda la Historia Catalana Pasada? ¿Tenemos derecho a reprochar las decisiones que tomaron en su día los Antiguos Padres Catalanes, de unir su Historia con el resto de España? Desde luego que No; ellos actuaron bien, y libremente.

Vosotros mismos construísteis una Historia Común; ahora no echéis la culpa a otros de vuestras propias decisiones; y ahora, después de tantos siglos que hemos compartido juntos, no traicionéis vuestro honor, vuestro compromiso, vuestra palabra, vuestro Matrimonio Real, y vuestra propia Historia. No traicionéis a vuestra Familia.

Como dijo el profeta Oseas "Mi pueblo se perdió por falta de conocimiento". Oseas 4:6.

Así que no queda más remedio que decir, en virtud de los hechos y las pruebas reales, que aquél catalán que se considere nacionalista separatista anti-español es un gran ignorante de su propia Historia, y que ha sido manipulado por otros desleales ignorantes y llenos de prejuicios.

Porque en el mundo nacionalista se tiende a identificar la Historia pasada de Cataluña como una situación de sometimiento bajo el Régimen Franquista, pero esto solo es una falsedad, y una manipulación reduccionista infantil, lógicamente, porque ese régimen franquista solo fué un episodio temporal del siglo XX, y que afectó a toda España. Pero Franco no vivíó en los tiempos de Cristóbal Colón ni de los Reyes Católicos, ni en los siglos posteriores.

Algunos ideólogos nacionalistas dicen que todo el problema nacionalista, en general, se arreglaría si se diera paso al concepto  de la "Europa de los Pueblos", atendiendo más bien a las regiones que no a las actuales naciones.

Suena bonito, pero esto entrañaría un problema aún más grande, ya que entonces ¿Dónde se fijarían los límites entre todos y cada uno de los pueblos y regiones de Europa, y quién y con qué criterios se fijarían dichos límites? Hay además muchas regiones en disputa vecinal, reclamadas por distintos territorios, en toda Europa Occidental. Con lo cual se construiría una macedonia ininteligible, y en definitiva volveríamos a una Edad Media Feudal, incierta y oscura.

 El espejismo de los nacionalistas

La cuestión es: ¿Cómo se resuelve ahora todo este embolado? 

Que es lo mismo que preguntar: ¿Cómo solucionamos un problema que no teníamos que haber permitido nunca?

Pues desde mi humilde y particular punto de vista, primero, corrigiendo el texto constitucional, suprimiendo el término "nacionalidades", que nunca debería haber estado, y segundo, prohibiendo la existencia de partidos nacionalistas separatistas e ilegítimos en España y en toda Europa, desde el Parlamento Español, y también desde el Parlamento Europeo, por constituir unos movimientos fanáticos y peligrosos contra la convivencia común.

En su día no se tenían que haber legalizado los partidos nacionalistas destruidores de la Unidad de España. Se cometió el gran error de legalizarlos, y ahora habría que prohibirlos, tarde, y mal.

Pero mejor que ser prohibidos los nacionalismos separatistas en Europa por el Parlamento Europeo, habría una solución mucho mejor aún:
Que se auto-disolvieran por sí mismos los partidos nacionalistas, por inservibles, para que así nadie diga que fueron quitados por la fuerza. Aunque no creo que esa solución les hiciera mucha gracia a los Jesuitas satánicos de El Vaticano.

Ya que fomentar nacionalismos separatistas, de odio étnico, excluyentes, y con herencias racistas, supone un grave riesgo de conflictos y guerras civiles dentro del territorio de la Unión Europea, al estilo de la Guerra de Kosovo. Y en Europa ya no estamos para sufrir más tragedias internas de ese tipo. O acabamos con los nacionalismos separatistas inventados o ellos acabarán con nosotros y con la civilización europea actual.

El nacionalismo catalán es un grave problema que la Unión Europea mira con terror. Porque después de una Cataluña Independiente, proliferarían como las setas, las secesiones de todas aquellas regiones de Europa que tengan alguna seña de identidad propia o algún rasgo característico propio, en el norte de Italia, en Gales, Escocia, Baviera, etc... y entraríamos en una espiral absurda e infinita, de nunca acabar, ¿Dónde y cuando acabarían todos los nacionalismos?..., para al final, volver al mismo sitio, y seguir siendo Europa, como siempre y como toda la vida.

Y entraríamos también en otra espiral absurda: ¿Permitiría una supuesta Cataluña Independiente la existencia de partidos nacionalistas separatistas, que pretendieran la independencia de ciertas regiones, dentro del Parlamento Catalán? Con lo cual, ya estaría construyendo la voladura del nuevo Estado Catalán.

El odio que tienen los nacionalistas vascos y catalanes hacia el resto de españoles, es una enfermedad propia, que se ha ido contagiando desde que algunos ideólogos racistas inventaron el nacionalismo (entre finales del siglo XIX y el siglo XX), y que ellos mismos tienen que superar y curar. Es un movimiento ficticio que siempre ha sido explotado por las Sociedades Secretas y por los Jesuitas Satanistas de El Vaticano S.A.

Y es que los nacionalismos, sobre todo los inventados, como el vasco y el catalán, no llevan a nada bueno; son un Mal en sí mismos para la humanidad; y no sirven para otra cosa más que para construir odio, barreras, y muros entre los seres humanos. Y llevar a la Guerra.

Soldados españoles, jugándose el tipo por todos nosotros, mientras nosotros compramos banderas esteladas, gritamos "Freedom" "Nos oprimen", y hacemos Cadenas de Odio. 

Fuente

No hay comentarios:

Publicar un comentario