Varios barcos militares rusos fueron enviados hace unos días a la zona este del Mediterráneo. Los buques de desembarco de las flotas del Mar Negro y del Báltico, llamados Novocherkassk y Minsk, así como el buque de reconocimiento de la flota del Mar Negro Priazovie, partieron de una base marítima militar de Novorossiisk rumbo al Mediterráneo. El estado mayor de la flota ha informado de que a bordo del Novochercassk viajan parte de los soldados de una brigada de infantería marítima de la flota del Mar Negro.

No obstante, si bien el Novocherkassk y el Minsk se dirigen al  Mediterráneo cumpliendo con tareas de rotación de personal de operaciones permanentes de la Flota Marítima Militar de Rusia, que según los planes de la comandancia se amplían hasta mediados de septiembre, el buque Priazovie ha sido destinado a la región para reforzar las tareas de exploración de la situación en las proximidades de la costa siria.
Mientras tanto, una de las fragatas más modernas de la flota francesa, el Chevalier Paul, ya ha zarpado rumbo al Mediterráneo. Además, se ha anunciado que en la región se encuentran cinco destructores americanos armados con misiles de crucero, un grupo de buques con el portaaviones Harry Truman a la cabeza, así como los cruceros de misiles Gettysburg y San Jacinto y dos destructores más. Cabe señalar que el programa de patrullaje de algunos de estos barcos ya ha llegado a su fin, aunque estos permanecen en la región por orden de la comandancia de la Armada de los Estados Unidos.

“Esta es una práctica común para cualquier flota en caso de aumento de la tensión militar en una u otra región oceánica o marítima. La situación en Siria estará bajo control, ya que otros barcos de la formación de operaciones permanentes de la Flota Marítima Militar de Rusia en el Mar Mediterráneo además de los nuevos buques de reconocimiento ya se encuentran realizando tareas de seguimiento y vigilancia de los acontecimientos en la zona”, declaraban fuentes del Estado Mayor.

En la actualidad, Rusia posee en el Mediterráneo los buques de desembarco Almirante Nevelski, Peresvet y Alexánder Shabalin, el buque patrullero Neustrashimy, así como algunas embarcaciones de suministro. Además, a esta región también ha llegado recientemente el gran buque antisubmarinos Almirante Panteléyev, a bordo del cual se encuentra un mando operativo de la Flota Marítima Militar.

Durante los próximos días esta agrupación de la flota rusa recibirá además un gran buque antisubmarinos de la flota norte, y más tarde se unirá a ella el crucero de misiles de la flota del Mar Negro Moskva, apodado asesino de portaaviones por la OTAN. Se espera que con la llegada de este crucero a mediados de septiembre, el mando operativo se traslade a él desde el buque Almirante Panteléyev, de modo que el Moskva se convertirá en el buque insignia de la agrupación naval rusa en la zona.

Próximamente, esta agrupación operativa recibirá además al destructor de la flota del Báltico Nastoichivy y al patrullero de la flota del Mar Negro Smetlivy. El Estado Mayor de la Flota Marítima Militar señala que la tarea de las tripulaciones de los patrulleros fue establecida hace unos días y que estas misiones han sido preparadas con carácter de urgencia. Junto a estos dos barcos también podría viajar rumbo al Mediterráneo el crucero de misiles de la flota del Pacífico Variag.

La Flota Marítima Militar de Rusia aclara que la estructura de la agrupación naval del Mediterráneo se está modificando “para poder actuar en cualquier desarrollo posible de los acontecimientos” en la región.
“Hoy estimamos que nuestros efectivos en el este del Mediterráneo son suficientes para cumplir con sus misiones. Para poder seguir de cerca la situación en la región tenemos los buques militares y de reconocimiento de la agrupación operativa de la Flota Marítima Militar. En caso de necesidad, estos efectivos, junto con nuestras fuerzas submarinas, podrían influir seriamente en cualquier situación militar que pudiera tener lugar”, declaran fuentes de la Flota Marítima Militar.

Además, fuentes en el Ministerio de Defensa de Rusia subrayan que en este momento la principal tarea de la agrupación naval de Rusia en el Mediterráneo es “el seguimiento de cerca de la situación aérea y naval en la región”, y que los barcos rusos no tienen ninguna intención de entrar en guerra en el Mediterráneo.

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