Fuente: Alexéi Kudenko / Ria Novosti
El sistema de misiles antiaéreo autopropulsado Buk y sus distintas modificaciones es actualmente uno de los sistemas de defensa antiaérea más eficaces de media distancia.
Además de Rusia y Ucrania, los sistemas de misiles antiaéreos Buk se encuentran, en distintas modificaciones, en las fuerzas armadas de Finlandia, Chipre, Egipto, Venezuela y Siria.
Es capaz de alcanzar un avión a 10.000 metros de altura, ya que está diseñado para derribar misiles balísticos, así como aviación táctica y estratégica a una altura de hasta 18 kilómetros, comenta a RBTH el experto militar independiente y doctor en ciencias militares Vladímir Kliúchnikov.
El sistema de misiles antiaéreo autopropulsado Buk llegó al Ejército de la URSS en 1979 y ahora forma parte de las Fuerzas Armadas de Rusia (que cuenta con unas 360 unidades de la modificación Buk M2). El ejército de Ucrania cuenta con más de 50 unidades de la modificación Buk M1-2.
Durante el conflicto armado entre Rusia y Georgia en agosto de 2008 los sistemas Buk derribaron cuatro aviones militares rusos. Georgia obtuvo estos sistemas Buk de Ucrania, que los vendió en grandes cantidades tras la caída de la URSS. Estos sistemas de misiles antiaéreos no habían participado en ningún otro conflicto hasta la actualidad.
Los sistemas Buk son un arma muy compleja. En realidad es un complejo formado por cinco o seis aparatos que, además del dispositivo de misiles, cuenta con una unidad de detección de objetivos, un punto de control y una serie de aparatos auxiliares.
“Incluso en el caso de que los sublevados de la República Popular de Donetsk tengan a su disposición estos sistemas, dudo que hayan sido capaces de utilizar los Buk con fines militares”, comenta Kliúchnikov. Según el experto, entre los sublevados no se encuentra ningún especialista cualificado que sepa utilizar este tipo de arma.
Al mismo tiempo, es muy poco probable que los sublevados cuenten con un sistema de radar. Además, sería muy extraño que, teniendo a su disposición este tipo de sistemas de misiles antiaéreos, no los hayan utilizado antes contra los cazas Su-25 del Ejército ucraniano, declaraba Kliúchnikov a RBTH.
Un error fatal
Teniendo en cuenta la escasa cualificación del Ejército ucraniano, existe la teoría de que el misil podría haber sido lanzado por error, como sucedió en el caso del sistema de defensa antiaérea ucraniana contra el avión comercial de la compañía Sibir que viajaba desde Tel Aviv a la ciudad rusa de Novorossiisk en 2001, opina Kliúchnikov.
El redactor jefe de la revista Defensa Nacional, el experto militar Ígor Korotchenko, tiene una opinión similar. Considerando el reciente envío al sureste de Ucrania de tropas y técnica adicionales de medios de defensa antiaérea ucraniana y las intenciones de poner a todas sus unidades en alerta máxima, es evidente que durante la revisión de los modos de combate de los sistemas de misiles antiaéreos Buk, debido a la poca preparación del personal y de los cálculos militares, podía haberse producido un lanzamiento accidental debido a un error del operador, lo cual provocó la catástrofe del Boeing malasio, declaraba el experto en una entrevista en directo para el Primer Canal.
Según un comunicado de la dirección del servicio de prensa e información del Ministerio de Defensa de Rusia, en la zona de la ciudad ucraniana de Donetsk se encuentran las divisiones del 156º regimiento de misiles antiaéreos de las Fuerzas Armadas de Ucrania con 27 dispositivos de lanzamiento de misiles del sistema Buk M1.
No necesariamente el sistema Buk
Sin embargo, por ahora no es posible declarar con total seguridad que la causa del ataque contra el avión comercial ha sido un misil lanzado desde un sistema de misiles antiaéreos Buk, aunque los servicios de inteligencia de Estados Unidos aseguran lo contrario.
El avión pudo haber sido derribado por un misil aire-aire lanzado desde un caza Su-27 de las Fuerzas Aéreas ucranianas, lo cual explicaría por qué los sistemas de radar rusos no detectaron el lanzamiento del misil desde la tierra, opina Vladímir Kliúchnikov.
El Ministerio de Defensa de Ucrania ha declarado oficialmente que en el momento de la caída del avión malasio Boeing 777 no había cazas de las Fuerzas Armadas de Ucrania en el espacio aéreo. Además, el departamento ha informado de que el avión se encontraba fuera de la zona de alcance de los sistemas terrestres de defensa antiaérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
El sistema de misiles antiaéreo autopropulsado Buk y sus distintas modificaciones es actualmente uno de los sistemas de defensa antiaérea más eficaces de media distancia.
Además de Rusia y Ucrania, los sistemas de misiles antiaéreos Buk se encuentran, en distintas modificaciones, en las fuerzas armadas de Finlandia, Chipre, Egipto, Venezuela y Siria.
Es capaz de alcanzar un avión a 10.000 metros de altura, ya que está diseñado para derribar misiles balísticos, así como aviación táctica y estratégica a una altura de hasta 18 kilómetros, comenta a RBTH el experto militar independiente y doctor en ciencias militares Vladímir Kliúchnikov.
El sistema de misiles antiaéreo autopropulsado Buk llegó al Ejército de la URSS en 1979 y ahora forma parte de las Fuerzas Armadas de Rusia (que cuenta con unas 360 unidades de la modificación Buk M2). El ejército de Ucrania cuenta con más de 50 unidades de la modificación Buk M1-2.
Durante el conflicto armado entre Rusia y Georgia en agosto de 2008 los sistemas Buk derribaron cuatro aviones militares rusos. Georgia obtuvo estos sistemas Buk de Ucrania, que los vendió en grandes cantidades tras la caída de la URSS. Estos sistemas de misiles antiaéreos no habían participado en ningún otro conflicto hasta la actualidad.
Los sistemas Buk son un arma muy compleja. En realidad es un complejo formado por cinco o seis aparatos que, además del dispositivo de misiles, cuenta con una unidad de detección de objetivos, un punto de control y una serie de aparatos auxiliares.
“Incluso en el caso de que los sublevados de la República Popular de Donetsk tengan a su disposición estos sistemas, dudo que hayan sido capaces de utilizar los Buk con fines militares”, comenta Kliúchnikov. Según el experto, entre los sublevados no se encuentra ningún especialista cualificado que sepa utilizar este tipo de arma.
Al mismo tiempo, es muy poco probable que los sublevados cuenten con un sistema de radar. Además, sería muy extraño que, teniendo a su disposición este tipo de sistemas de misiles antiaéreos, no los hayan utilizado antes contra los cazas Su-25 del Ejército ucraniano, declaraba Kliúchnikov a RBTH.
Un error fatal
Teniendo en cuenta la escasa cualificación del Ejército ucraniano, existe la teoría de que el misil podría haber sido lanzado por error, como sucedió en el caso del sistema de defensa antiaérea ucraniana contra el avión comercial de la compañía Sibir que viajaba desde Tel Aviv a la ciudad rusa de Novorossiisk en 2001, opina Kliúchnikov.
El redactor jefe de la revista Defensa Nacional, el experto militar Ígor Korotchenko, tiene una opinión similar. Considerando el reciente envío al sureste de Ucrania de tropas y técnica adicionales de medios de defensa antiaérea ucraniana y las intenciones de poner a todas sus unidades en alerta máxima, es evidente que durante la revisión de los modos de combate de los sistemas de misiles antiaéreos Buk, debido a la poca preparación del personal y de los cálculos militares, podía haberse producido un lanzamiento accidental debido a un error del operador, lo cual provocó la catástrofe del Boeing malasio, declaraba el experto en una entrevista en directo para el Primer Canal.
Según un comunicado de la dirección del servicio de prensa e información del Ministerio de Defensa de Rusia, en la zona de la ciudad ucraniana de Donetsk se encuentran las divisiones del 156º regimiento de misiles antiaéreos de las Fuerzas Armadas de Ucrania con 27 dispositivos de lanzamiento de misiles del sistema Buk M1.
No necesariamente el sistema Buk
Sin embargo, por ahora no es posible declarar con total seguridad que la causa del ataque contra el avión comercial ha sido un misil lanzado desde un sistema de misiles antiaéreos Buk, aunque los servicios de inteligencia de Estados Unidos aseguran lo contrario.
El avión pudo haber sido derribado por un misil aire-aire lanzado desde un caza Su-27 de las Fuerzas Aéreas ucranianas, lo cual explicaría por qué los sistemas de radar rusos no detectaron el lanzamiento del misil desde la tierra, opina Vladímir Kliúchnikov.
El Ministerio de Defensa de Ucrania ha declarado oficialmente que en el momento de la caída del avión malasio Boeing 777 no había cazas de las Fuerzas Armadas de Ucrania en el espacio aéreo. Además, el departamento ha informado de que el avión se encontraba fuera de la zona de alcance de los sistemas terrestres de defensa antiaérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
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