Fotocomposición: Fernando Luna Arce.
Lo que hay que entender en el trasfondo de estos movimientos de los BRICS es que se trata de un refrendo de su alianza contra la supremacía del dólar estadounidense.
Ayer, los llamados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) formalizaron la creación del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) y del Esquema de Reserva Contingente (CRA, ambos por sus siglas en inglés), con recursos totales hasta por 200,000 millones de dólares (mdd), la mitad cada uno. En palabras del presidente ruso Vladimir Putin, “este mecanismo crea las bases para una protección efectiva de nuestras economías nacionales ante una crisis en los mercados financieros”. ¡Van con todo!
Cada país miembro aportará 10,000 mdd iniciales para capitalizar al NDB, que puede duplicar su capital hasta 100,000 mdd. Con éste, de hecho, establecen una institución alterna al Banco Mundial, controlado por Occidente. Lo mismo sucede con el CRA, gracias al cual avanzan en su afán de “independencia” del bien conocido Fondo Monetario Internacional (FMI), cuya reforma de 2010 se encuentra estancada y bloqueada por Estados Unidos. De hecho podemos decir que esa reticencia estadounidense a dar mayor fuerza a los mercados emergentes fue una de las principales causas de las acciones que ahora consolidan los BRICS. ¡No iban a esperar sentados!
Algunas diferencias, como el lugar donde tendría su sede el NDB, habían retrasado la firma de los acuerdos. No obstante, aquellas fueron superadas y se decidió que el primer presidente de su Junta de Gobernadores será de Rusia; el primer presidente del Consejo de Administración, de Brasil, y el primer presidente, de India. El NDB estará asentado en Shanghái, China.
Lo que hay que entender en el trasfondo de estos movimientos de los BRICS –del que por desgracia México se encuentra ausente por su sumisión a los intereses de Estados Unidos– es que se trata de un refrendo de su alianza contra la supremacía del dólar estadounidense. Y es que si bien saben que no es viable un conflicto armado para derrotar a los estadounidenses, también están conscientes de que su “talón de Aquiles” es su corrompida divisa. En otras palabras, estamos ante otra de las más claras señales de que el poderío de nuestros vecinos del norte ya no es el que solía ser, y que su debacle es inevitable. Todo causado por ellos mismos. Tal parece que Obama, Yellen y los académicos que los asesoran son los únicos que no se dan cuenta. ¡Allá ellos!
En palabras de Putin, los acuerdos son parte de “un sistema de medidas que ayudarían a prevenir el acoso a los países que no están de acuerdo con algunas decisiones de política exterior de Estados Unidos y sus aliados”. O sea, la medida económico-financiera en realidad tiene un inseparable y pesado contenido político. En última instancia, los acuerdos constituyen un peldaño más en la escalera que Beijing construye para el yuan (RMB) chino, en su ascenso como la divisa de comercio más usada, y luego como moneda de reserva.
En la extensa Declaración de Fortaleza de su sexta cumbre, los BRICS dejan en claro que con el CRA también hacen a un lado a la Reserva Federal (Fed) y sus dólares, al establecer que “el acuerdo es un marco para la provisión de liquidez a través de swaps de divisas, en respuesta a presiones reales o potenciales de corto plazo en la balanza de pagos”.
Asimismo, no perdieron oportunidad para hacer explícito su descontento con el comentado retraso en la implementación de las reformas del FMI, lo que –dijeron– “impacta negativamente en su legitimidad, credibilidad y efectividad”. Instaron a la dirección de ese organismo a que, en el caso de que a finales de este año no haya entrado todavía en vigor la reforma de 2010, desarrolle opciones que le permitan avanzar en su proceso de cambio, y así asegurar una mayor representación de las economías emergentes. Quieren que se alcance un acuerdo final sobre una nueva fórmula en la Decimoquinta Revisión General de Cuotas del FMI, para “no poner en peligro aún más el plazo pospuesto de enero de 2015”.
Cabe recordar que el Directorio Ejecutivo del FMI, ante el bloqueo estadounidense a la entrada en vigor de la Decimocuarta Revisión General de Cuotas y la enmienda sobre la reforma del Directorio Ejecutivo, pospuso hasta esa fecha el objetivo de completar la decimoquinta revisión.
Un llamado similar hacen al Banco Mundial para que, “tan pronto como sea posible”, inicien los trabajos de revisión de participaciones a fin de cumplir con el plazo fijado en octubre de 2015.
En conclusión, los BRICS están un paso adelante y, muy a su pesar, tarde o temprano Estados Unidos y sus aliados en Europa y Japón no tendrán de otra que hacerse a un lado . El poder en el mundo está cambiando de manos, y la emancipación de los BRICS respecto al dólar va viento en popa.
Lo que hay que entender en el trasfondo de estos movimientos de los BRICS es que se trata de un refrendo de su alianza contra la supremacía del dólar estadounidense.
Ayer, los llamados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) formalizaron la creación del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) y del Esquema de Reserva Contingente (CRA, ambos por sus siglas en inglés), con recursos totales hasta por 200,000 millones de dólares (mdd), la mitad cada uno. En palabras del presidente ruso Vladimir Putin, “este mecanismo crea las bases para una protección efectiva de nuestras economías nacionales ante una crisis en los mercados financieros”. ¡Van con todo!
Cada país miembro aportará 10,000 mdd iniciales para capitalizar al NDB, que puede duplicar su capital hasta 100,000 mdd. Con éste, de hecho, establecen una institución alterna al Banco Mundial, controlado por Occidente. Lo mismo sucede con el CRA, gracias al cual avanzan en su afán de “independencia” del bien conocido Fondo Monetario Internacional (FMI), cuya reforma de 2010 se encuentra estancada y bloqueada por Estados Unidos. De hecho podemos decir que esa reticencia estadounidense a dar mayor fuerza a los mercados emergentes fue una de las principales causas de las acciones que ahora consolidan los BRICS. ¡No iban a esperar sentados!
Algunas diferencias, como el lugar donde tendría su sede el NDB, habían retrasado la firma de los acuerdos. No obstante, aquellas fueron superadas y se decidió que el primer presidente de su Junta de Gobernadores será de Rusia; el primer presidente del Consejo de Administración, de Brasil, y el primer presidente, de India. El NDB estará asentado en Shanghái, China.
Lo que hay que entender en el trasfondo de estos movimientos de los BRICS –del que por desgracia México se encuentra ausente por su sumisión a los intereses de Estados Unidos– es que se trata de un refrendo de su alianza contra la supremacía del dólar estadounidense. Y es que si bien saben que no es viable un conflicto armado para derrotar a los estadounidenses, también están conscientes de que su “talón de Aquiles” es su corrompida divisa. En otras palabras, estamos ante otra de las más claras señales de que el poderío de nuestros vecinos del norte ya no es el que solía ser, y que su debacle es inevitable. Todo causado por ellos mismos. Tal parece que Obama, Yellen y los académicos que los asesoran son los únicos que no se dan cuenta. ¡Allá ellos!
En palabras de Putin, los acuerdos son parte de “un sistema de medidas que ayudarían a prevenir el acoso a los países que no están de acuerdo con algunas decisiones de política exterior de Estados Unidos y sus aliados”. O sea, la medida económico-financiera en realidad tiene un inseparable y pesado contenido político. En última instancia, los acuerdos constituyen un peldaño más en la escalera que Beijing construye para el yuan (RMB) chino, en su ascenso como la divisa de comercio más usada, y luego como moneda de reserva.
En la extensa Declaración de Fortaleza de su sexta cumbre, los BRICS dejan en claro que con el CRA también hacen a un lado a la Reserva Federal (Fed) y sus dólares, al establecer que “el acuerdo es un marco para la provisión de liquidez a través de swaps de divisas, en respuesta a presiones reales o potenciales de corto plazo en la balanza de pagos”.
Asimismo, no perdieron oportunidad para hacer explícito su descontento con el comentado retraso en la implementación de las reformas del FMI, lo que –dijeron– “impacta negativamente en su legitimidad, credibilidad y efectividad”. Instaron a la dirección de ese organismo a que, en el caso de que a finales de este año no haya entrado todavía en vigor la reforma de 2010, desarrolle opciones que le permitan avanzar en su proceso de cambio, y así asegurar una mayor representación de las economías emergentes. Quieren que se alcance un acuerdo final sobre una nueva fórmula en la Decimoquinta Revisión General de Cuotas del FMI, para “no poner en peligro aún más el plazo pospuesto de enero de 2015”.
Cabe recordar que el Directorio Ejecutivo del FMI, ante el bloqueo estadounidense a la entrada en vigor de la Decimocuarta Revisión General de Cuotas y la enmienda sobre la reforma del Directorio Ejecutivo, pospuso hasta esa fecha el objetivo de completar la decimoquinta revisión.
Un llamado similar hacen al Banco Mundial para que, “tan pronto como sea posible”, inicien los trabajos de revisión de participaciones a fin de cumplir con el plazo fijado en octubre de 2015.
En conclusión, los BRICS están un paso adelante y, muy a su pesar, tarde o temprano Estados Unidos y sus aliados en Europa y Japón no tendrán de otra que hacerse a un lado . El poder en el mundo está cambiando de manos, y la emancipación de los BRICS respecto al dólar va viento en popa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario