Está claro que el mundo no se terminó ni el 23 de Julio ni el 21 de diciembre de 2012, como lo habían anunciado los antiguos mayas ¿por visión remota?
Pero científicos de la NASA confirmaron que efectivamente la vida en la Tierra estuvo a punto de desaparecer -en el segundo semestre de 2012- tal como la conocemos debido a una Super Mega Tormenta Solar que todavía sigue siendo estudiada.
Según el informe de la NASA, la Tierra estuvo a punto de ser alcanzada por uno de los destellos de una tormenta solar ocurrida alrededor del 23 de Julio de 2012, cinco meses antes de la fecha límite apuntada por los mayas para la existencia del planeta.
"Si el rayo hubiese alcanzado a la Tierra, todavía estaríamos juntando los pedazos", aseguró Daniel Baker, de la Universidad de Colorado.
En 2012, los científicos advirtieron sobre la tormenta solar de mayor intensidad en 150 años que podría haber acabado con las telecomunicaciones y hasta con la electricidad de todo el orbe, etc.
Lo que salvó al planeta -y a sus miles de millones de habitantes- fue que el sol se inclinó lo suficiente como para que la tormenta no impactara de lleno con la atmósfera terrestre.
De haber ocurrido una semana antes del 23 de Julio, los efectos hubieran sido devastadores para la vida humana tal como la conocemos.
Hace prácticamente dos años una gran eyección de masa coronal (una onda hecha de radiación y viento solar que se desprende del Sol) viajó a una velocidad de 3.000 kilómetros por segundo, pasando por la órbita de la Tierra.
Por suerte para todos, nuestro planeta no se encontraba en ese punto en el momento de tal suceso -lo haría solo una semana más tarde-, lo que evitó que ocurriera toda una catástrofe terrestre.
Esta Mega Tormenta Solar contaba con el poder suficiente para que la civilización, como la conocemos, desapareciera en pocos minutos u horas; en palabras de la NASA.
La razón de esto es que hubiera afectado en gran medida todos los aparatos eléctricos y electrónicos usados en la actualidad, desde un teléfono móvil, hasta los registros de la luz y el agua, desde el buen funcionamiento de una nevera hasta el de una plancha o maquina de afeitar, etc.
Lo que hubiera significado un retroceso tecnológico de poco más de 200 años: Toda una Nueva Edad Media.
Daniel Baker, profesor de física atmosférica y espacial en la Universidad de Colorado, señaló que la humanidad fue muy afortunada al no recibir un impacto directo, pues de haberse dado unas semanas antes, el planeta hubiera estado en su trayecto.
En su lugar, se proyectó sobre la nave espacial, STEREO-A, un observatorio destinado a medir este tipo de eventos.
De acuerdo con los datos recabados, su fuerza era comparable a la tormenta Carrington, de 1859. Para que se den una idea, tuvo el doble de potencia de una ocurrida en 1989 que dejo sin energía a toda la ciudad de Quebec.
En el peor escenario, las consecuencias provocadas costarían más de 3 mil millones de dólares y años de reparación en todos los continentes.
La anarquía habría estallado en todas partes y la ley Marcial tenía que haberse impuesto obligatoriamente.
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