China está pensando en dañar menos al planeta y se acerca cada vez más a una revolución energética.
El programa de expansión de energía solar y eólica de la Administración Nacional de Energía (NEA) ha tenido éxito y ha atraído más aplicaciones de energía limpia de ciudades y regiones de lo que se esperaba, escribe Bloomberg.
En junio, la NEA invitó a las ciudades y regiones a postularse para participar en un programa piloto de energía renovable. El proyecto implica que para fines de 2023, los paneles solares en estas áreas aparecerán en los techos del 50% de los edificios de oficinas, el 40% de las escuelas y hospitales, el 30% de las plantas de fabricación y el 20% de los hogares privados. Las instalaciones solares estarán conectadas a la red eléctrica de la empresa de servicios públicos, que puede redirigir el excedente de electricidad a los residentes de la ciudad o distrito que no tienen paneles solares.
En septiembre, la NEA informó de 676 solicitudes de 31 provincias (un total de 34 en China). Inicialmente, la compañía calculó que el programa cubriría 22 provincias. La mayoría de los voluntarios para cambiar a energías limpias son provincias desarrolladas en el centro y este de China, incluidas Shandong, Henan y Jiangsu. Algunos de ellos sufren los altos precios de la electricidad y la falta de espacio para construir plantas de energía solar a gran escala, por lo que instalar paneles en los techos parece una buena solución. La provincia de Jiangsu, por ejemplo, podrá generar alrededor de 130 gigavatios de electricidad y cubrir alrededor del 22% de las necesidades de la población.
El subdirector de la NEA, Van Dapeng, anunció su intención de lanzar un programa similar para instalar parques eólicos. El proyecto debería aumentar la capacidad de energía eólica en 200 gigavatios para 2025 y, a largo plazo, en 1.000 gigavatios.
El entusiasmo por la instalación de paneles solares y turbinas eólicas en China proviene de los subsidios gubernamentales que expirarán a fines de 2021, así como de una nueva política que permite a los gobiernos locales agrupar presupuestos para grandes pedidos. En este contexto, en 2021, China ya instaló un 161% más de paneles solares que en el mismo período de 2020.
Según Dennis Yip, analista del banco de inversión Daiwa Capital Markets, las medidas del Gobierno acelerarán la transición a la energía renovable y serán beneficiosas para las empresas que la proporcionan, incluido el principal fabricante chino de turbinas eólicas Xinjiang Goldwind Science & Technology y el líder mundial en el mercado de paneles solares LONGi Green Energy Technology.
Los científicos creen que salvar al planeta del calentamiento global depende en gran medida de aumentar la capacidad de las energías renovables, en particular, de instalar más turbinas eólicas. Se proyecta que el mundo necesitará generar 2.000 gigavatios más de energía eólica para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París de 2015. Esto implica mantener la temperatura media del aire hasta 1,5 grados centígrados por debajo de los niveles preindustriales.
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