China está aumentando el desarrollo de un servicio de internet satelital capaz de rivalizar con el sistema Starlink de SpaceX. Así lo indica recientemente un reportaje publicado por The Wall Street Journal, que señala, además la preocupación de los mandos militares chinos por el rápido crecimiento de Starlink tras conocer que esta red ha sido empleada con fines bélicos por las tropas ucranianas en su lucha contra Rusia.
Expansión. Adicionalmente, el medio estadounidense informa de la construcción de numerosas plataformas de lanzamiento para estos satélites, así como de la expansión de la industria satelital nacional. En este sentido, los autores del texto mencionan los planes de la firma Beijing Tianbing para enviar 60 satélites de un solo lanzamiento, una operación que requeriría de un vehículo similar al Falcon 9 de SpaceX.Tras los pasos de SpaceX. De hecho, el pasado mes de abril, esta compañía logró enviar al espacio un cohete propulsado con combustible líquido, convirtiéndose en la primera empresa privada china en hacerlo desde que en 2014 el Estado permitió la inversión privada en la industria. Según Reuters, aquel lanzamiento constituyó un paso hacia el desarrollo de vehículos reutilizables como los diseñados por SpaceX, los cuales permitirían abaratar el coste de las operaciones. Según comunicó en 2020 Wu Yansheng, jefe de la Corporación Aeroespacial, Científica y Tecnológica china, se espera que estos artefactos puedan estar listos para 2025.
El plan. Este desarrollo de una constelación propia de satélites servidores de internet se enmarca en el plan de la Nueva Infraestructura presentado por Pekín en 2020 y que incluía el desenvolvimiento, entre otras cuestiones, de las redes 5G, el uso industrial de internet y la inteligencia artificial. Ese mismo año, de hecho, China informó a la Unión Internacional de Telecomunicaciones, organismo de la ONU encargado de registrar las flotas satelitales, de su plan para poner en órbita 7.808 satélites, según contó recientemente The Wall Street Journal.
Guo Wang. Ahora, las intenciones del gobierno de Xi Jinping son más ambiciosas. En febrero de este año, South China Morning Post informó del plan del Pekín para poner en órbita una constelación de 12.992 satélites propiedad de la firma China Satellite Network Group. Según la publicación asiática, este sistema satelital recibe el nombre de“GW” (Guo Wang) y fue presentado por el profesor Xu Can en un informe que señalaba cómo este proyecto podría aventajar a Starlink en otras altitudes orbitales e incluso suprimirlo.
Contener a Starlink. El informe citado por SCMP indicaba que el proyecto Guo Wang se podría “prevenir a la constelación Starlink de apropiarse excesivamente de los recursos de la órbita baja terrestre”. Por otro lado, el think thank británico Royal United Services Institute indicó en un artículo publicado el pasado 3 de mayo que detrás del desarrollo de este proyecto se encontraban motivaciones económicas y de influencia internacional.
Opción más barata que Starlink. En el primer caso, la autora Juliana Suess señala que Guo Wang todavía está a tiempo de competir con Starlink en el mercado de internet satelital antes de que el producto de Musk sea “demasiado grande para alcanzarlo”. Además, puede potenciar el crecimiento del sector privado en el gigante asiático y presentarse como una alternativa más barata ante las subidas de precio de la cuota de Starlink.
Incremento de poder blando chino. En el segundo caso, Suess señala que Guo Wang puede ser una herramienta útil para China en términos de poder blando, especialmente en el desarrollo de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. En este sentido, las decenas de países que todavía no tienen acceso a Starlink -la mayoría de ellos ubicados en África y en Asia Central- podrían interesarse en el proyecto chino si este les garantiza una buena y rápida conexión a internet.
La presencia de China en África. En este punto la autora recuerda que China ya ha firmado 117 acuerdos de cooperación espacial con más de 30 gobiernos enmarcados en el desarrollo de de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Además, Suess recuerda que el 70% de la infraestructura 4G africana ha sido construida por Huawei, elemento que podría convencer a muchos países del continente para utilizar el sistema Guo Wang.
Razones de seguridad. Por otra parte, una de las razones de Pekín para desarrollar el proyecto Guo Wang es la seguridad. Investigadores del la Oficina de Representación Militar del Departamento de Sistemas Aeroespaciales de Nanjing (China), afirmaron que Starlink tiene una alta capacidad de telemetría, rastreo y control, según informó South China Morning Post en febrero. Ello amplía “la predicción de alta precisión” así como la información destinada a la intercepción de misiles enemigos”.
Para estos militares, “la próxima generación de arquitectura defensiva espacial no puede construirse a corto plazo”, por lo que Estados Unidos “debe utilizar constelaciones de satélites de órbita baja”, siendo Starlink su primera opción.
Posguerra fría tecnológica. Los planes de China para competir con Starlink se enmarcan en lo que Yan Xuetong, decano de Relaciones Internacionales en la Universidad de Tsinghua, denominó como “posguerra fría”, una rivalidad que se caracteriza por ser tecnológica. Se trata, en realidad, de un episodio más en la competición tecnológica que Pekín y Washington libran desde hace años y que afecta a otros ámbitos como la industria de los microchips y las redes sociales.
Taipéi quiere hacer lo mismo. En medio de esa rivalidad se encuentra Taiwán, región reclamada por Pekín como territorio soberano y que cuenta con el apoyo incondicional de Washington. Esta isla, clave en la industria de los semiconductores, decidió recientemente avanzar en el desarrollo de su red propia de satélites para garantizar sus comunicaciones y su acceso a internet. Un proyecto similar a Starlink y a Guo Wang.
No hay sitio para todos. Por otro lado, existen serias dudas de que la órbita terrestre baja pueda albergar un número excesivo de constelaciones de satélites. Así lo recordó en su artículo Juliana Suess, que avisó, además, de que aún se desconocen los efectos exactos que puede tener la desintegración del material de estos artefactos en la atmósfera.
Colaboración. Por ello, es probable que en algún momento se de paso a la cooperación entre países. En este sentido, un estudio de la Administración Espacial Nacional China, citado en febrero por South China Morning Post, concluyó que la cooperación internacional era necesaria para coordinar las órbitas de los diversos satélites y preservar su actividad.
Guo Wang: China tiene un plan para superar a Starlink antes de que sea tarde y acaba de pisar el acelerador (xataka.com)
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