Debido a la negativa de las autoridades iraníes a cumplir con las demandas de los manifestantes, los radicales comenzaron a quemar edificios estatales y bases de milicias.
Después de que los manifestantes dieron a las autoridades iraníes una semana para cumplir con las demandas (y las autoridades de la República Islámica se negaron a cumplirlas), las protestas radicales en Irán estallaron con renovado vigor. La noche anterior, los manifestantes iraníes no solo habían exigido la renuncia de las autoridades, sino que también comenzaron a quemar edificios estatales, bombardear bases de la milicia Basij con cócteles molotov y atacar abiertamente al ejército iraní.
La situación en Irán está actualmente muy lejos de ser estable. Esto bien puede resultar en un golpe de Estado, ya que también hay casos de protestas entre ciertos grupos del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.
Se sabe que solo en el último día, más de 200.000 personas participaron en protestas en todo Irán, mientras que en los próximos días el número de manifestantes radicales puede aumentar debido a la renuencia de las autoridades a negociar con los manifestantes.
Una ola aún mayor de protestas fue causada por la ejecución de manifestantes previamente detenidos. Ahora esto puede conducir a protestas aún mayores en el territorio de la República Islámica.
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