Pese a que a finales de noviembre Serbia y la autoproclamada región de Kosovo y Metojia lograron un acuerdo para poner fin a la disputa sobre las matrículas de autos y otros documentos, en los últimos días las tensiones entre Belgrado y Pristina han vuelto a agudizarse.
Este domingo, grupos de manifestantes serbios siguen concentrándose cerca de las barricadas que levantaron la jornada anterior en las localidades del norte de Kosovo para mostrar su rechazo por el arresto del expolicía Dejan Pantic, uno de los funcionarios que dimitieron en masa el mes pasado en protesta por la política de la provincia rebelde.
Mientras, las fuerzas especiales de la Policía de Kosovo (ROSU) tomaron el edificio de la represa del lago Gazivode, en la frontera con Serbia, según denunciaron las autoridades serbias. Los uniformados, completamente armados y con vehículos blindados, irrumpieron en la instalación, expulsaron al personal de seguridad y retiraron las banderas serbias del lugar.
Paralelamente, grupos de etnia serbia bloquearon varias carreteras durante este fin de semana en rechazo por la detención de Pantic, arrestado por un presunto "ataque terrorista". Mientras, el sábado se escucharon explosiones en la ciudad de Zvecan y un tiroteo estalló en la ciudad de Zubin Poyok, entre otros incidentes.
Entretanto, el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, mantuvo una reunión con el Consejo de Seguridad Nacional y сomunicó a los representantes de Italia, EEUU, Reino Unido, Alemania y Francia que las fuerzas de la región autoproclamada tomarán medidas para eliminar las barricadas si los serbios no lo hacen esta noche a más tardar, informa el diario Novosti.
Por su parte, el presidente serbio, Alexandar Vucic, también convocó una reunión del Consejo de Seguridad para las 19:00 (hora local) tras las amenazas de Kurti, detalla el periódico Danas.
¿Qué dice Belgrado?
Ante la escalada, el presidente Vucic se dirigió a los serbios de Kosovo en sus redes y aseguró que Belgrado seguirá luchando por la paz por todos los medios legales, al tiempo que aseveró que "no habrá rendición".
"No hay ni habrá rendición, esa es la decisión de Serbia y mi mensaje a nuestro pueblo en Kosovo y Metojia, que una vez más se ve obligado a defender sus hogares en las barricadas. Continuamos la lucha con todos los medios legales por la paz, por una vida mejor y el futuro de nuestros hijos", escribió.
Por su parte, la jefa del Gobierno de Serbia, Ana Brnabic, arremetió contra el primer ministro kosovar, quien, según ella, ve las "constantes" llamadas de Belgrado a la paz como "amenazas". En este sentido, indicó que Belgrado sigue comprometido con todos los acuerdos que buscan resolver el conflicto: el Acuerdo de Bruselas, el Acuerdo de Washington, la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU 1244 y la Carta Magna de las Naciones Unidas.
"Estos son los valores de Kurti: Acuerdo de Bruselas: no existe; Acuerdo de Washington: no es válido; la resolución 1244 de la ONU: amenaza militar a Pristina; derechos humanos y estado de derecho: prohibir a los serbios votar, confiscar sus propiedades y amenazar cada día con la fuerza brutal", tuiteó la alta funcionaria.
En esta línea, Brnabic indicó que los socios más cercanos de Kurti, como la Unión Europea o EEUU, "ven lo que realmente defiende y cuáles son sus valores, que no son ni la paz ni estabilidad".
La presidenta del Ejecutivo señaló que, pese al comportamiento "irresponsable" del primer ministro kosovar, todas las protestas deben ser "pacíficas". "La paz prevalecerá y Kutri fracasará", concluyó.
Reacciones internacionales
Mientras, desde el bloque comunitario, que ejerció de intermediario en la ronda negociadora entre Pristina y Belgrado a finales de noviembre, advierten que no tolerarán ataques contra su misión policial especial en Kosovo (EULEX, por sus siglas en inglés).
"La UE no tolerará ataques contra EULEX o los actos violentos y criminales en el norte. Los grupos de serbios de Kosovo deben retirar inmediatamente las barricadas. Debe restablecerse la calma. La EULEX continuará coordinándose con las autoridades de Kosovo y la KFOR, [misión pacificadora en Kosovo dirigida por la OTAN]", subrayó el jefe de la diplomacia de Bruselas, Josep Borrell.
En su mensaje, Borrell se refirió a un ataque con granada aturdidora que, según la EULEX, fue lanzado la noche del sábado contra una patrulla de reconocimiento cerca del pueblo de Rudare. Ninguno de los oficiales resultó herido.
Paralelamente, el embajador estadounidense en Kosovo, Jeff Hovenier, secundó los mensajes de repudio e instó a responsabilizar a los culpables y llevarlos ante "la justicia kosovar".
Por su parte, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, culpó a la Unión europea por "modelar a lo largo de años" la situación en la que se encuentran ahora las partes.
Refuerzo policial de Pristina
Antes de la aparición de barricadas en el norte de la región autoproclamada, las autoridades de Kosovo ya desplegaron este jueves a centenares de policías en la parte norte de la ciudad de Kosovska Mitrovica, una acción que Belgrado calificó de ilegal y de abuso contra la minoría serbia en la región autoproclamada.
El jefe de la oficina serbia para las relaciones serbo-kosovares, Petar Petkovic, denunció que, según el punto 9 del Acuerdo de Bruselas, los uniformados "no tienen derecho a estar presentes allí" y acusó al primer ministro kosovar de querer provocar imprudentemente actos de violencia. Posteriormente, Vucic declaró que Serbia enviará una solicitud al comandante de la KFOR para que autorice el despliegue de efectivos del Ejército y de la Policía de su país en Kosovo.
La resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU, que fue aprobada en junio de 1999 y que fijó el despliegue de la misión pacificadora internacional, establece que Belgrado podría enviar un contingente de seguridad a Kosovo tras la desmilitarización del llamado Ejército de Liberación de Kosovo y la salida de las fuerzas serbias.Kosovo es una provincia de Serbia que se declaró independiente en 2008. Aunque EE.UU. y la mayoría de sus aliados reconocen a Pristina, países como China y Rusia apoyan a Belgrado.
Ante la escalada, el presidente Vucic se dirigió a los serbios de Kosovo en sus redes y aseguró que Belgrado seguirá luchando por la paz por todos los medios legales, al tiempo que aseveró que "no habrá rendición".
"No hay ni habrá rendición, esa es la decisión de Serbia y mi mensaje a nuestro pueblo en Kosovo y Metojia, que una vez más se ve obligado a defender sus hogares en las barricadas. Continuamos la lucha con todos los medios legales por la paz, por una vida mejor y el futuro de nuestros hijos", escribió.
Por su parte, la jefa del Gobierno de Serbia, Ana Brnabic, arremetió contra el primer ministro kosovar, quien, según ella, ve las "constantes" llamadas de Belgrado a la paz como "amenazas". En este sentido, indicó que Belgrado sigue comprometido con todos los acuerdos que buscan resolver el conflicto: el Acuerdo de Bruselas, el Acuerdo de Washington, la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU 1244 y la Carta Magna de las Naciones Unidas.
"Estos son los valores de Kurti: Acuerdo de Bruselas: no existe; Acuerdo de Washington: no es válido; la resolución 1244 de la ONU: amenaza militar a Pristina; derechos humanos y estado de derecho: prohibir a los serbios votar, confiscar sus propiedades y amenazar cada día con la fuerza brutal", tuiteó la alta funcionaria.
En esta línea, Brnabic indicó que los socios más cercanos de Kurti, como la Unión Europea o EEUU, "ven lo que realmente defiende y cuáles son sus valores, que no son ni la paz ni estabilidad".
La presidenta del Ejecutivo señaló que, pese al comportamiento "irresponsable" del primer ministro kosovar, todas las protestas deben ser "pacíficas". "La paz prevalecerá y Kutri fracasará", concluyó.
Reacciones internacionales
Mientras, desde el bloque comunitario, que ejerció de intermediario en la ronda negociadora entre Pristina y Belgrado a finales de noviembre, advierten que no tolerarán ataques contra su misión policial especial en Kosovo (EULEX, por sus siglas en inglés).
"La UE no tolerará ataques contra EULEX o los actos violentos y criminales en el norte. Los grupos de serbios de Kosovo deben retirar inmediatamente las barricadas. Debe restablecerse la calma. La EULEX continuará coordinándose con las autoridades de Kosovo y la KFOR, [misión pacificadora en Kosovo dirigida por la OTAN]", subrayó el jefe de la diplomacia de Bruselas, Josep Borrell.
En su mensaje, Borrell se refirió a un ataque con granada aturdidora que, según la EULEX, fue lanzado la noche del sábado contra una patrulla de reconocimiento cerca del pueblo de Rudare. Ninguno de los oficiales resultó herido.
Paralelamente, el embajador estadounidense en Kosovo, Jeff Hovenier, secundó los mensajes de repudio e instó a responsabilizar a los culpables y llevarlos ante "la justicia kosovar".
Por su parte, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, culpó a la Unión europea por "modelar a lo largo de años" la situación en la que se encuentran ahora las partes.
Refuerzo policial de Pristina
Antes de la aparición de barricadas en el norte de la región autoproclamada, las autoridades de Kosovo ya desplegaron este jueves a centenares de policías en la parte norte de la ciudad de Kosovska Mitrovica, una acción que Belgrado calificó de ilegal y de abuso contra la minoría serbia en la región autoproclamada.
El jefe de la oficina serbia para las relaciones serbo-kosovares, Petar Petkovic, denunció que, según el punto 9 del Acuerdo de Bruselas, los uniformados "no tienen derecho a estar presentes allí" y acusó al primer ministro kosovar de querer provocar imprudentemente actos de violencia. Posteriormente, Vucic declaró que Serbia enviará una solicitud al comandante de la KFOR para que autorice el despliegue de efectivos del Ejército y de la Policía de su país en Kosovo.
La resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU, que fue aprobada en junio de 1999 y que fijó el despliegue de la misión pacificadora internacional, establece que Belgrado podría enviar un contingente de seguridad a Kosovo tras la desmilitarización del llamado Ejército de Liberación de Kosovo y la salida de las fuerzas serbias.Kosovo es una provincia de Serbia que se declaró independiente en 2008. Aunque EE.UU. y la mayoría de sus aliados reconocen a Pristina, países como China y Rusia apoyan a Belgrado.
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