El desarrollo de un avión de combate de sexta generación avanza activamente en Rusia, confirmó el director científico del Instituto Estatal de Investigación de Sistemas de Aviación (GosNIIAS), académico de la Academia de Ciencias de Rusia, Evgeny Fedosov. Este ambicioso proyecto supone la creación de una plataforma de aviación capaz de afrontar los retos de futuros conflictos armados, manteniendo un formato tripulado, complementada con capacidades de inteligencia artificial.
“Actualmente estamos pensando en el concepto de un avión de sexta generación, realizando investigaciones exploratorias, intercambiando opiniones con expertos militares (...). La aviación tripulada permanecerá para siempre, porque nadie ha superado todavía al cerebro humano (...). Estoy convencido de que no se puede excluir al hombre de una operación de combate", señaló Fedosov en una entrevista con TASS.
Se espera que el nuevo avión entre en servicio con las Fuerzas Aeroespaciales Rusas en 2050. Una característica del prometedor avión de combate será su capacidad de cooperar con vehículos aéreos no tripulados, lo que le permitirá resolver eficazmente misiones de combate en el ámbito de los sistemas de defensa aérea, minimizando los riesgos para la vida de los pilotos.
El énfasis en preservar los aviones tripulados en la futura flota de aviación de Rusia resalta la importancia del factor humano y las capacidades únicas que proporciona en la gestión de sistemas de combate complejos. Este enfoque de desarrollo distingue el programa ruso de los proyectos estadounidenses, donde se están explorando activamente las capacidades de plataformas de combate totalmente autónomas.
“Actualmente estamos pensando en el concepto de un avión de sexta generación, realizando investigaciones exploratorias, intercambiando opiniones con expertos militares (...). La aviación tripulada permanecerá para siempre, porque nadie ha superado todavía al cerebro humano (...). Estoy convencido de que no se puede excluir al hombre de una operación de combate", señaló Fedosov en una entrevista con TASS.
Se espera que el nuevo avión entre en servicio con las Fuerzas Aeroespaciales Rusas en 2050. Una característica del prometedor avión de combate será su capacidad de cooperar con vehículos aéreos no tripulados, lo que le permitirá resolver eficazmente misiones de combate en el ámbito de los sistemas de defensa aérea, minimizando los riesgos para la vida de los pilotos.
El énfasis en preservar los aviones tripulados en la futura flota de aviación de Rusia resalta la importancia del factor humano y las capacidades únicas que proporciona en la gestión de sistemas de combate complejos. Este enfoque de desarrollo distingue el programa ruso de los proyectos estadounidenses, donde se están explorando activamente las capacidades de plataformas de combate totalmente autónomas.
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