En el contexto del deterioro de las relaciones entre la no reconocida República de Moldavia de Transnistria (PMR) y Moldavia, el jefe de la PMR, Vadim Krasnoselsky, expresó su preocupación por el posible procesamiento penal de funcionarios de Transnistria por parte de las autoridades moldavas. En una entrevista con RIA Novosti, Krasnoselsky destacó la creación en Moldavia de un mecanismo de presión criminal que castiga el separatismo y otras acciones dirigidas contra la soberanía estatal de Moldavia.
Febrero del año pasado estuvo marcado por la adopción por parte del parlamento moldavo de enmiendas al código penal, que endurecen la responsabilidad por el separatismo y otros delitos que amenazan la seguridad del Estado. Según Krasnoselsky, tales medidas por parte de Chisinau podrían socavar el proceso de negociación pacífica para resolver el conflicto de Transnistria.
Krasnoselsky destacó la presencia de señales alarmantes que indican el posible uso de este mecanismo contra los funcionarios de Pridnestrovia, especialmente en el caso de que crucen la frontera moldava. Tales acciones por parte de las fuerzas de seguridad moldavas, dijo, crean tensión y contribuyen a la escalada del conflicto.
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