Con esta
revelación de la periodista norteamericana, Estados Unidos y su
presidente Barack Obama, se quedan sin excusa para atacar militarmente
al pueblo sirio y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU),
debería castigar al gobierno saudí por la responsabilidad directa que
tienen en estos crímenes.
El Jefe
de aparato de inteligencia de Arabia Saudí, Príncipe Bandar bin Sultan
al-Saud, sería el responsable de suministrar las armas químicas que “por
error” detonaron los mercenarios que enfrentan al gobierno de Al Assad y
que habría producido sobre 1.300 muertos, entre ellos, más de 400 niños
el pasado 21 de agosto en las cercanías de Damasco, capital de Siria.
Según
Dale Gavlak, corresponsal de la agencia norteamericana Associated Press,
entre sus múltiples entrevistas de estos días pasados con residentes y
rebeldes en el barrio de Ghouta y en otras zonas de Damasco, se encontró
con un relato y una conclusión sorprendente y escandalosa: las armas
químicas que explosionaron hace diez días (21 de agosto), matando a
centenares de personas -entre ellos muchos niños- estaban en manos de
los rebeldes y procedían de Arabia Saudí. Las fuentes utilizadas por
Gavlak afirman que se produjo “un accidente” cuando fueron erróneamente
manipuladas.
Entre los
entrevistados por la periodistas está Abu Abdel-Moneim, residente en
Ghouta y padre de un rebelde, quien señaló que su hijo murió junto a
otros 12 combatientes en el interior de un túnel, utilizado como almacén
de armas recibidas de manos de un yihadista saudí, Abu Ayesha,
comandante de un batallón insurgente. El padre describió las armas que
custodiaba su hijo: tenían “una estructura de tubo”, y otras eran como
“una enorme botella de gas”.
El túnel
estalló el día que se produjo el ataque con armas químicas, que la
Inteligencia norteamericana achaca al ejército de Al Assad.
Un error fatal
“No nos
dijeron qué tipo de armas eran, ni cómo usarlas”, se quejó un
combatiente a la corresponsal de AP, que la denomina como “K”. “No
sabíamos ni nos podíamos imaginar que eran armas químicas”. “Cuando el
príncipe Bandar (jefe de la Inteligencia saudí) entrega esas armas
debería hacerlo a quienes saben cómo usarlas”.
Un
conocido líder rebelde del barrio de Ghoutta, al que se denomina “J”,
declaró a Dale Gavlak que “desgraciadamente algunos de nuestros
combatientes manipularon erróneamente esas armas, y dieron lugar a las
explosiones”.
Hasta que
se produjo el dramático incidente del 21 de agosto, tanto las fuerzas
de Al Assad como los rebeldes habían sido acusados en el pasado de
utilizar armas químicas, pero de modo muy ocasional y de manera muy
limitada.
Arabia
Saudí es conocida como la principal fuente de financiación y de entrega
de armas a los rebeldes sirios, a través de sus servicios de
Inteligencia. Riad tiene un interés particular en la caída del régimen
de Assad, por el apoyo que recibe de Irán, el archienemigo de Arabia
Saudí.
Con esta
revelación de la periodista norteamericana, Estados Unidos y su
presidente Barack Obama, se quedan sin excusa para atacar militarmente
al pueblo sirio y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU),
debería castigar al gobierno saudí por la responsabilidad directa que
tienen en estos crímenes.
Londres autorizó la venta a Siria de productos químicos utilizables para fabricar gas sarín
El
Gobierno del Reino Unido permitió a una empresa británica vender a Siria
productos químicos para fabricar gas neurotóxico, según ha revelado el
diario 'Daily Record'.
Se
trata de las sustancias fluoruro de potasio y fluoruro sódico,
utilizables para fabricar armas como el gas sarín, presuntamente
empleado en el ataque cerca de Damasco.
Las licencias para la venta de estos productos fueron expedidas por el Departamento de Negocios, Innovación y Habilidades el pasado mes de enero de 2012, 10 meses después del inicio del conflicto en Siria, y se revocaron seis meses más tarde.
Políticos y activistas británicos instaron al primer ministro David Cameron a explicar por qué se otorgaron estas licencias.
"Los diputados estarán horrorizados y furiosos de que el Gobierno del Reino Unido haya estado permitiendo la venta de estos productos a Siria", declaró al respecto el diputado laborista Thomas Docherty.
Por su parte, Angus Robertson, del Partido Nacional Escocés, ha prometido plantear esta cuestión en el Parlamento "lo más pronto posible", para averiguar "a quién se vendieron estos productos, por qué se vendieron y si el Gobierno del Reino Unido era consciente de que estos productos podrían ser utilizados para (la fabricación de) armas químicas".
El Departamento de Negocios, Innovación y Habilidades insistió en que aunque las licencias efectivamente fueron concedidas a una empresa química no identificada en enero del 2012, las sustancias nunca fueron enviadas a Siria antes de que los permisos fueran revocados en julio pasado, debido a las estrictas sanciones de la Unión Europea, según el periódico 'The Independent'.
"Las licencias fueron concedidas porque en aquel momento no había motivos para denegarlas", dijo el ministro de Negocios británico, Vince Cable.
Estas revelaciones llegan en medio de la tensa situación causada por una nueva escalada en el conflicto que vive Siria desde marzo del 2011 y que se ha internacionalizado en las últimas semanas.
Las licencias para la venta de estos productos fueron expedidas por el Departamento de Negocios, Innovación y Habilidades el pasado mes de enero de 2012, 10 meses después del inicio del conflicto en Siria, y se revocaron seis meses más tarde.
Políticos y activistas británicos instaron al primer ministro David Cameron a explicar por qué se otorgaron estas licencias.
"Los diputados estarán horrorizados y furiosos de que el Gobierno del Reino Unido haya estado permitiendo la venta de estos productos a Siria", declaró al respecto el diputado laborista Thomas Docherty.
Por su parte, Angus Robertson, del Partido Nacional Escocés, ha prometido plantear esta cuestión en el Parlamento "lo más pronto posible", para averiguar "a quién se vendieron estos productos, por qué se vendieron y si el Gobierno del Reino Unido era consciente de que estos productos podrían ser utilizados para (la fabricación de) armas químicas".
El Departamento de Negocios, Innovación y Habilidades insistió en que aunque las licencias efectivamente fueron concedidas a una empresa química no identificada en enero del 2012, las sustancias nunca fueron enviadas a Siria antes de que los permisos fueran revocados en julio pasado, debido a las estrictas sanciones de la Unión Europea, según el periódico 'The Independent'.
"Las licencias fueron concedidas porque en aquel momento no había motivos para denegarlas", dijo el ministro de Negocios británico, Vince Cable.
Estas revelaciones llegan en medio de la tensa situación causada por una nueva escalada en el conflicto que vive Siria desde marzo del 2011 y que se ha internacionalizado en las últimas semanas.
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