En los medios de comunicación locales de Nuevo León se ha desatado una fuerte polémica acerca del origen de los inusuales temblores de tierra que nuestra región ha sufrido en fechas recientes, sobre los que ya hablé en esta red social. Creo que es muy bueno que este delicado asunto se ventile públicamente pues según nos hemos enterado por diversos medios, es altamente probable que esa actividad sísmica -nunca antes registrada en el noreste mexicano-, sea producto de la actividad humana, del llamado “fracking”, el procedimiento de extracción de gas shale por medio de la fragmentación de rocas del subsuelo y la inyección de agua con una inmensa cantidad de químicos letales para el medio ambiente.
Es alentador que en el Congreso del Estado de Nuevo León un diputado ya haya puesto el dedo en la llaga y por medio de un punto de acuerdo, haya solicitado la formación de una comisión que investigue esa relación entre el fracking y los sismos (tal y como informó hoy el periodista Raúl Rubio en Monitor político http://www.monitorpolitico.com/) pues no es posible que la búsqueda de riqueza de compañías privadas que ya extraen el gas shale en Texas y pronto lo harán en la cercana Cuenca de Burgos, tenga como precio el que los ciudadanos paguemos con riesgo de nuestras vidas y propiedades, además de la destrucción de nuestro suelo y la contaminación irreversible de los mantos acuíferos que deben ser propiedad de todos.
Ojalá y que los legisladores, ahora tan ocupados en poner trabas a las candidaturas independientes en Nuevo León, entiendan que este tema es prioritario, pues las graves consecuencias de ignorarlo los alcanzarán a ellos mismos y sus familias.
Son muchos los estudios que señalan a este proceso de extracción de gas como el responsable de temblores pequeños y grandes, como lo enumera muy bien el gran geopolítico Alfredo Jalife, quien afirma que “La masiva inyección subterránea de fluidos puede aumentar la presión en las placas tectónicas y producir un terremoto inducido. Este axioma ya lo sabían los geólogos hace 50 años y tal parece que los brujos aprendices del fracking y su alucinante Revolución Energética del Siglo 21 lo eluden irresponsablemente” (http://www.jornada.unam.mx/2014/02/23/opinion/016o1pol). En Nuevo León, el geólogo e ingeniero petrolero de la UANL, quien cuenta con un doctorado, Juan Manuel Rodríguez Martínez, realizó un estudio sobre "Sismicidad del Estado de Nuevo León", mediante el cual concluyó que los sismos recientes son efecto directo de esta forma de explotar el gas shale. Se puede consultar esta nota de Info7:http://info7.mx/a/noticia/469383.
Como se puede ver, el problema es muy delicado y urgente, pues además de los peligros obvios que los terremotos traen aparejados, el fracking, como ya hemos comentado antes, requiere de inmensas cantidades de agua casi potable (como lo menciona Rodríguez Martínez), “al menos 29 millones de litros...por cada pozo que se abre”, según se ha demostrado en los Estados Unidos (http://www.jornada.unam.mx/2014/03/11/index.php?section=politica&article=019n1pol&partner=rss), agua que se queda en el subsuelo, contaminada por cientos de químicos altamente dañinos para los mantos de los que se extrae líquido para consumo humano.
A todo esto hay que agregar que uno de los proyectos que el gobierno de Nuevo León más ha anunciado, conocido como “Monterrey VI”, y que servirá para traer agua a Monterrey desde fuentes tan lejanas como el río Pánuco, no está destinado sólo para darnos agua potable a los habitantes de nuestra zona metropolitana, sino para nada menos que darles agua limpia a las compañías petroleras y que puedan usarla en el fracking. Esto lo han denunciado con toda oportunidad periodistas como Jaime Avilés a nivel nacional y el propio Raúl Rubio a nivel local, y fue aceptado por alguien que seguramente sabe de lo que habla, el secretario de desarrollo económico del gobierno de Nuevo León, Rolando Zubirán Robert, quien en una nota del periódico ABC del 19 de febrero dijo: “Uno de los proyectos más importantes es que viene alineado completamente con un proyecto presidencial, que es el Monterrey VI, que implica traer un acueducto desde el río Pánuco hasta Nuevo León...eso brindará la posibilidad al Estado de contar con agua para los próximos 50 años. Y es de suma importancia para el proceso de fractura de la piedra para la extracción del gas en la Cuenca de Burgos, que requiere de grandes cantidades de agua" (http://www.periodicoabc.mx/noticias/mi-ciudad/2014/02/ayudaria-monterrey-vi-en-extraccion-de-gas-shale.php#.Ux9R73VdXZg).
¿Estamos de acuerdo en que se gasten alrededor de 16 mil millones de pesos (http://www.reporteindigo.com/reporte/monterrey/monterrey-vi-el-negocio-del-sexenio), en su mayoría obtenidos de nuestros impuestos, para que algunas compañías tengan fabulosas ganancias para sólo dejarnos suelo, agua y aire contaminados, además de exponernos a terremotos?
Sería muy bueno que no sólo los diputados, sino todos los ciudadanos, nos sensibilicemos sobre el riesgo que corremos si no nos informamos y no exigimos a nuestras autoridades que nos hablen con la verdad.
Una vida sana y el acceso al agua limpia son derechos humanos fundamentales que debemos defender. Si ya estamos ante un despertar ciudadano que hoy pelea para que en Nuevo León todos podamos acceder a puestos de elección popular sin el lastre de los partidos políticos, ¿qué nos impide levantar también la voz para reclamar a nuestros mandatarios que seamos tomados en cuenta en un asunto tan grave como la devastación de nuestra agua y nuestro medio ambiente para enriquecer a la élite del poder económico y político, tanto nacional como extranjero?.
¿Acaso no se han dado cuenta que (sólo por dar un ejemplo) en numerosas escuelas públicas de Nuevo León no hay siquiera las mínimas condiciones salubres para los alumnos y maestros?
¡Hay...egoísmos y ambiciones sin límiltes!
Seamos la boca y la acción de Dios mismo, como bien nos animó Sor Lucía Caram en el video que compartí en mi publicación anterior; y demos juntos la batalla de protesta contra esta nueva herramienta para someternos a su barbárie "civilizatoria".
Saludos desde la responsabilidad ciudadana.
Cristina Sada Salinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario