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sábado, 1 de marzo de 2014

Primer ataque contra una instalación militar de Ucrania en Crimea. El ejército podría asumir el mando para contener a Rusia.



Mientras el plan maestro de Moscú sobre Ucrania continúa desarrollándose, las fuerzas rusas este Sábado 1 de marzo, realizaron su primer ataque contra una instalación militar de Ucrania en Crimea, al completar su toma de control de la región y su ruptura con Ucrania. Interfax informó por una fuente en Ucrania de que 20 soldados habían entrado en un puesto de mando de misiles antiaéreos en el oeste de Crimea y que las negociaciones en lugar de un choque estaban en marcha.

Horas antes, el nuevo primer ministro pro-Moscú de Crimea, Serhiy Aksyonov pidió al presidente Vladimir Putin ayuda en "el mantenimiento de la paz en la región", diciendo que tenía el control del Ministerio del Interior de la región, las fuerzas armadas, la flota y los guardias fronterizos.

La invitación establece el escenario para una intervención militar rusa en Crimea, a petición de su gobierno. Moscú dijo que la apelación no quedaría "desoída", mientras que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia se declaró "profundamente preocupado" por la evolución de Crimea - cínicamente haciéndose eco de la expresión del presidente de EE.UU., Barack Obama el viernes de su "profunda preocupación" por los movimientos militares de Rusia dentro de Ucrania y de su advertencia de "costes".

El primer ministro de Crimea, nombrado el jueves por el Parlamento en Simferopol, más tarde anunció que el referéndum se celebraría el 30 de marzo para determinar el estado de la península. Mientras tanto, dijo, los militares rusos de la flota del Mar Negro custodiaban edificios importantes.

En Kiev, el ministro de Defensa interino Igor Tenyukh, dirigiéndose a la primera reunión del primer nuevo del gabinete, acusó a Rusia de unainvasión armada de Ucrania y de meter 6.000 soldados mas en la península. Corresponsales occidentales informaron de que Crimea está ahora aislada del resto de Ucrania después de que "tropas no identificadas" en uniforme de combate, armados con rifles automáticos y ametralladoras tomaron el control de puetos y aeropuertos en Crimea y de su red principal de carreteras en las últimas 24 horas.

El primer ministro interino Arseni Yatseniuk dijo al gabinete que las fuerzas de Ucrania en Kiev estaban en alerta, pero no serían "arrastradas a un conflicto militar por las provocaciones rusas en la región de Crimea".

Fuentes militares de Debka informan que este anuncio estaba hueco.

Los 160.000 soldados del ejército ucraniano no son rival para las capacidades operativas del ejército ruso y su poder de fuego, aunque también está equipado con armas rusas y entrenado en tácticas militares rusas.

Pero, sobre todo, está lejos de ser cierto que las nuevas autoridades que controlan Kiev controlen al ejército de Ucrania. Nadie sabe dónde están las lealtades de sus funcionarios, ya sea con el nuevo régimen pro-europeo o con el presidente pro-ruso huído, Viktor Yanukovich.

Este pone al país frente a frente a un nuevo peligro: Un posible golpe militar para derrocar al régimen provisional establecido por la oposición de Ucrania en Kiev, y su sustitución por un gobierno militar para contener la continua expansión de Rusia más allá de las fronteras de Crimea. Los antiguos manifestantes de la Plaza de la Independencia no tendrían respuesta a esto.

Moscú, aunque insistió en que sus acciones militares no eran una invasión, sino una batalla legal para proteger sus intereses, también se ha movido para compensar cualquier tipo de asistencia financiera que Occidente pueda ofrecer a Kiev. El gigante energético ruso Gazprom advirtió claramente a Kiev de que había acumulado una "enorme" deuda de $ 1.500 millones por el gas natural que había que pagar con urgencia para que la oferta continúe.

Esta es la cantidad exacta de garantías de préstamo que los EE.UU. y la UE proponen ofrecer a las autoridades de Kiev.

Junto con las advertencias de Estados Unidos a Moscú, una alerta máxima fue secretamente declarada este sábado por la Sexta Flota de los EE.UU. en el Mediterráneo. Dos buques de guerra estadounidenses que habían sido desplegados en el Mar Negro para respaldar la seguridad de Rusia para los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi - la fragata USS Taylor y el buque de mando USS Mount Whitney, de la clase Blue Ridge - se han movido hacia el lado occidental del Mar Negro frente a Crimea y frente a la base naval rusa de Sebastopol.

El Mount Whitney está equipado con sofisticados sistemas de recogida de información. Su ubicación actual significa que los movimientos militares rusos en curso en el centro, el sur y el oeste de Rusia, en torno a sus fronteras con Ucrania y el interior de la península de Crimea, están siendo monitoreados y trasnferidos a la Casa Blanca y al Pentágono. La respuesta de Obama es una incógnita. Hasta ahora, los únicos indicios arrojados son que los líderes occidentales están planeando un boicot a la cumbre del G8 que Putin planea organizar en Sochi este verano, en protesta por la invasión rusa de Crimea.

FUENTE

Fuente: Debka

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