El periodista checo, Ladislav Kašuka, está seguro de que la situación actual en Ucrania es sólo la calma que precede a la tormenta, y el alto el fuego y las promesas de Kiev sobre la calefacción y electricidad para Donbass son sólo la “máscara del asesino que está a punto de dar un golpe fatal”. Como escribe Kašuka, en el portal Czech Free Press, “esta máscara sólo es necesaria con el fin de engañar a la comunidad mundial”.
Continúa diciendo el periodista , “Me temo, que dada la enorme deuda de Estados Unidos y al hecho de que si los estadounidenses no toman ninguna medida, entonces pronto todos los demás países utilizarán para comerciar otras monedas, y los EE.UU. harán cualquier cosa para mantener su posición dominante”.
Como sugiere el autor, es muy probable que, contra el ejército ucraniano, se detonará una bomba atómica que se presentará como un ataque de misiles de Rusia con armas nucleares, lo que se convertirá en un pretexto para la entrada de las fuerzas de la OTAN en Ucrania y su participación en combates por Crimea.
“Tal vez estamos ante una guerra que, si comienza, afectará a Ucrania y Crimea, y tal vez a una parte de Rusia y a algunos países del antiguo bloque soviético. Después podrán proceder al cierre de las fronteras con alambre de espino y nidos de ametralladoras, es decir, un nuevo telón de acero. Europa se convertirá en un vasallo de los EE.UU. bajo su “generosa protección”, continúa Kašuka.
Y si tal provocación tiene lugar, no será Rusia quien sacará los beneficios de ello. Moscú no quiere una nueva Guerra Fría y no quiere perder a sus socios comerciales europeos. Por lo tanto, concluye el periodista checo, el que extraiga el máximo beneficio de ello, será el verdadero culpable y el instigador de la guerra que, de ocurrir, se llevará muchas vidas inocentes.
Continúa diciendo el periodista , “Me temo, que dada la enorme deuda de Estados Unidos y al hecho de que si los estadounidenses no toman ninguna medida, entonces pronto todos los demás países utilizarán para comerciar otras monedas, y los EE.UU. harán cualquier cosa para mantener su posición dominante”.
Como sugiere el autor, es muy probable que, contra el ejército ucraniano, se detonará una bomba atómica que se presentará como un ataque de misiles de Rusia con armas nucleares, lo que se convertirá en un pretexto para la entrada de las fuerzas de la OTAN en Ucrania y su participación en combates por Crimea.
“Tal vez estamos ante una guerra que, si comienza, afectará a Ucrania y Crimea, y tal vez a una parte de Rusia y a algunos países del antiguo bloque soviético. Después podrán proceder al cierre de las fronteras con alambre de espino y nidos de ametralladoras, es decir, un nuevo telón de acero. Europa se convertirá en un vasallo de los EE.UU. bajo su “generosa protección”, continúa Kašuka.
Y si tal provocación tiene lugar, no será Rusia quien sacará los beneficios de ello. Moscú no quiere una nueva Guerra Fría y no quiere perder a sus socios comerciales europeos. Por lo tanto, concluye el periodista checo, el que extraiga el máximo beneficio de ello, será el verdadero culpable y el instigador de la guerra que, de ocurrir, se llevará muchas vidas inocentes.
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