“Los sionistas (israelíes) quieren vengarse de nuestros éxitos en el camino de la eliminación de las crueles sanciones, pero nosotros no lo permitiremos y nos vengaremos de los sionistas por estas medidas”, ha subrayado este lunes Mohamad Yavad Zarif durante su comparecencia en el Parlamento.
La República Islámica reportó el domingo un incidente en la red de distribución eléctrica del complejo nuclear Shahid Ahmadi Roshan, en la planta nuclear de Natanz. Sin embargo, aseguró que el “incidente no causó víctimas ni contaminación”. El jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Ali Akbar Salehi, por su parte, consideró lo ocurrido como un “acto de terrorismo nuclear”, alertando que Teherán “se reserva el derecho a tomar medidas contra los perpetradores”.
Los canales 11 y 13 de la televisión israelí ya informaron de que, según “fuentes de inteligencia occidentales”, el corte de electricidad se debió a un ataque cibernético ejecutado por el servicio de inteligencia de Israel (el Mossad, causando daños en las instalaciones nucleares iraníes.
“Las autoridades políticas y militares del régimen sionista claramente han dicho que no permitirán el progreso en la eliminación de las crueles sanciones y ahora se imaginan que lograrán su objetivo. Sin embargo, los sionistas recibirán su respuesta con más desarrollos nucleares”, ha dicho el máximo diplomático iraní.
Planta de Natanz será reconstruida con centrífugas más potentes
La planta nuclear de Natanz, ha proseguido, será reconstruida y equipada con centrifugadoras más avanzadas, las cuales multiplicarán la capacidad del país para enriquecer el uranio.
El ministro de Exteriores iraní al mismo tiempo ha insistido en la necesidad de ofrecer “una protección adecuada a las instalaciones nucleares y a los científicos nucleares en medio de esta situación delicada”.
¿Quién articula los atentados contra equipo nuclear iraní?
Lo ocurrido en Natanz es el segundo ataque de este tipo en menos de un año contra esta planta nuclear. El anterior incidente tuvo lugar en julio de 2020 que provocó un incendio en una sala de montaje de centrifugadoras avanzadas, y del que varias fuentes acusaron al régimen de Israel.
La República Islámica culpa, con pruebas, a Israel del asesinato, en noviembre, de su destacado científico nuclear Mohsen Fajrizade en una operación terrorista llevada a cabo a las fueras de Teherán, la capital.
El incidente de ayer en Natanz coincide con las conversaciones en curso entre los representantes de Teherán y las cinco potencias firmantes del acuerdo nuclear de 2015 en Viena (Austria) para salvar el pacto y levantar las sanciones unilaterales estadounidenses contra el país persa.
Los diálogos tienen, además, como objetivo facilitar el regreso de Estados Unidos al acuerdo, del que éste salió bajo su anterior Administración, presidida por Donald Trump, en 2018, año en el que Washington reimpuso todas las sanciones a Teherán. Las negociaciones avanzan bien, según la Unión Europea, que funge de mediador en las conversaciones y está previsto que continúen la próxima semana.
El régimen de Israel es un firme oponente de ese pacto y, en los últimos años ha recurrido a todos los medios, incluidos actos terroristas y sabotajes para descarrilarlo y torpedear el programa de energía nuclear con fines pacíficos de Irán.
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