Recordando que el año pasado el intercambio comercial marcó un récord "al crecer un 46% hasta 790 millones de dólares", Lavrov enumeró las áreas de cooperación más prometedoras. El proyecto insignia en el sector energético será el gasoducto Norte-Sur ( (también llamado Pakistan Stream) con una longitud de alrededor de 1.100 kilómetros y una capacidad de 12.400 millones de metros cúbicos.
Otro punto clave es la cooperación en el sector de defensa. Rusia continuará la práctica de ejercicios conjuntos con Pakistán para fortalecer el potencial antiterrorista de la república.
A su vez, el ministro de Exteriores de Pakistán, Shah Mahmoud Qureshi, quien se reunió personalmente con Lavrov en el aeropuerto, describió su comprensión de las ventajas de las relaciones con Moscú. En su mensaje de vídeo, no desaprovechó la oportunidad de arrojar una piedra al huerto indio. Al hablar sobre el importante papel de Rusia y Pakistán en la búsqueda de formas de un arreglo pacífico en Afganistán, Shah Mahmoud Qureshi expresó su esperanza de que este ejemplo "convenza a la India de desempeñar un papel positivo en el mundo afgano".
"Otra nueva área relacionada con la energía es nuestra cooperación entre Rosatom y la Comisión de Energía Nuclear de Pakistán. Ahora estamos discutiendo en términos prácticos la interacción específica en el campo del uso no energético de la energía nuclear con fines pacíficos, en particular, en la medicina y la industria", añadió Lavrov.
La visita del canciller ruso a Islamabad estuvo llena de simbolismo. Primero, Lavrov plantó el cedro del Himalaya (deodar) en la capital paquistaní, uno de los símbolos nacionales del país. Además, los principales medios indios reconocen como una señal a Delhi el hecho de que el ministro ruso ha unido a la India y Pakistán en su gira a Asia, lo que muchos políticos extranjeros prefieren no hacer.
Según los expertos rusos, citados por Kommersant, Rusia está descongelando las relaciones con Pakistán y lo hace a propósito.
"Hoy se desarrolla la batalla por Pakistán. Los tres participantes clave, EEUU, China y Rusia, persiguen sus intereses. Para Pekín, Pakistán se está convirtiendo en el recurso de influencia más importante en el sur de Asia y Oriente Medio. EEUU ve a Islamabad como el futuro operador de Afganistán y espera arrancarlo de Pekín. Para Rusia, Pakistán es interesante como una herramienta para contener a Estados Unidos en la región, así como un recurso para influir en los talibanes y otros grupos yihadistas que potencialmente amenazan la seguridad de Asia Central", afirma Andréi Serenko, director del centro analítico de la Sociedad Rusa de Científicos Políticos.
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