El canciller ruso califica de “irreales” las condiciones que presenta EE.UU. para prolongar el tratado START III de armas nucleares, que expira en febrero de 2021.
“Los estadounidenses insisten en unas condiciones que son irreales, exigen que China se sume obligadamente a este tratado o a otro documento futuro”, declaró el domingo el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en un foro que se celebró en la ciudad de Solnechnogorsk, cerca de Moscú, capital rusa.
Sus comentarios asestan un duro golpe a las aspiraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, de mejorar sus relaciones con Rusia firmando la prórroga que, además, supondría una victoria diplomática para el republicano. El magnate norteamericano había manifestado a su entorno más cercano su deseo de discutir este tema en una reunión en persona con el presidente ruso, Vladimir Putin, antes de los comicios presidenciales del próximo noviembre.
El Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es limitar el despliegue de armas nucleares, se firmó en 1991 por los entonces mandatarios de EE.UU. y Rusia, Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov, respectivamente, y expirará el año 2021. Actualmente es el único acuerdo que mantiene la estabilidad estratégica entre estos dos países, pues implica el control del 90 % de todas las armas nucleares del planeta.
Lavrov recalcó que su país, en diciembre del año pasado, había propuesto extender el tratado START III otros cinco años sin condiciones, como contempla el mismo documento, dejando claro que los rusos necesitan este tratado en la misma medida que los estadounidenses. Confirmó, asimismo, que Moscú “está preparado para seguir las negociaciones con Estados Unidos sobre las armas nucleares, pese a que la situación no infunde optimismo”.
Washington se retiró oficialmente en agosto de 2019 del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), firmado en 1987 entre EE.UU. y la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Fue el primer convenio entre dos superpotencias para eliminar toda una categoría de armas nucleares, es decir, todos los misiles que pueden ser lanzados desde tierra con un alcance de entre 500 y 5500 km.
Si Rusia y EE.UU. no logran un acuerdo, el “nuevo START” podría convertirse en el tercer tratado de desarme no concluido por la Administración de Trump.
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