China ha denunciado la incursión de un avión espía estadounidense a una zona prohibida usada por sus militares para realizar maniobras con fuego real.
“Un avión estadounidense Lockheed U-2 invadió la zona de exclusión aérea del distrito militar del norte del mando del Ejército de Liberación Popular (ELP) de China, donde se realizaban prácticas de tiro con municiones reales”, ha informado al portavoz del ministro de Defensa chino, Wu Qian, en un comunicado publicado este martes.
El portavoz de la Cartera china, además, ha advertido que las “acciones de provocación” de Washington cerca de su territorio violan las normas de conducta aceptadas por ambos países para garantizar la seguridad en el aire y en el mar, y podrían “conducir a malentendidos e incluso a un incidente”.
“China exige a la parte estadounidense que detenga inmediatamente estas acciones de provocación y tome medidas prácticas para proteger la paz y la estabilidad en la región”, ha dicho el vocero, y añade que el incidente “ha afectado de manera extremadamente negativa” a las maniobras de las fuerzas chinas.
Según los informes, la Armada de China ha realizado unas maniobras militares entre el 22 y el 26 del corriente mes de agosto frente a las costas norte, este y sur de su territorio, con el fin de probar la capacidad combativa de todos los comandos del cuerpo castrense.
Estos ejercicios tienen lugar una semana después de que el portaviones estadounidense USS Reagan entrara en el mar de la China Meridional para participar en unos ejercicios militares. Más tarde, el secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, anunció que su país desplegaría portaviones en el mar disputado y nadie podría impedirlo.
Washington se opone desde hace tiempo a los reclamos territoriales chinos en el mar del Sur de China y envía buques de guerra de forma regular a estas estratégicas aguas para supuestamente garantizar el derecho de navegación en la zona.
El Gobierno de Pekín ha rechazado en múltiples ocasiones la presencia militar de EE.UU. en sus aguas, insistiendo en que el envío de navíos estadounidenses es “una provocación” que socava la estabilidad de la región.
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