Con el delicado estado de salud del líder de la oposición ruso Alexéi Navalni de fondo, más de uno esperaba que Alemania se replanteará su decisión de seguir adelante con el proyecto del Nord Stream 2. Nada más lejos de la realidad: Merkel invita a separar una cuestión de la otra y se reafirma en que la obra debe completarse.
La canciller alemana Angela Merkel está convencida de que el compromiso que adquirió su país con el proyecto gasístico Nord Stream 2 debe continuar.
"Siempre hemos dicho que debemos continuar dialogando con Rusia. Hay muchos asuntos internacionales, y pienso en Siria o Libia, donde Rusia (…) es un socio estratégico", ha explicado la política alemana en la habitual rueda de prensa de verano, reiterando su desaprobación de las sanciones extraterritoriales impuestas por Washington al proyecto.
Ante los polémicos hechos que rodean a la salud del político ruso Alexéi Navalni se han alzado voces de políticos y periodistas alemanes que solicitan que el país abandone el proyecto ruso. Angela Merkel considera estas peticiones "inoportunas".
"Creo que deberíamos diferenciar. Desde nuestro punto de vista, el Nord Stream 2 debe completarse. Es un proyecto que están llevando a cabo actores comerciales de Rusia y Europa", declaraba Merkel.
Y es que, dice la canciller, estas cuestiones deben tratarse independientemente. Cuando se aclaren las razones por las que Navalni tuvo que ser hospitalizado, Europa comenzará a trabajar en la respuesta común al asunto.
Actualmente Alexéi Navalni está en el hospital Charité de Berlín. El bloguero y político ruso fue trasladado allí a petición de su mujer tras ser enviado inicialmente a un hospital de la ciudad siberiana de Omsk, donde tuvo que aterrizar de emergencia el avión en el que viajaba Navalni debido a los fuertes dolores que experimentó.
Nord Stream 2 es un proyecto que ayudará a Rusia a reducir costes de suministro de gas a Europa y fortalecerá la cooperación entre el país y la UE en el sector energético. Impulsada por una alianza de empresas de Rusia, Alemania, Austria, Francia y los Países Bajos, su construcción fue suspendida en diciembre de 2019 después de que Washington amenazara con sanciones a la empresa suiza Allseas que realizaba las obras.
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