El ejército israelí dispara proyectiles de fósforo contra posiciones del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) a lo largo de la frontera libanesa.
La cadena libanesa Al-Manar anunció el martes por la noche que las fuerzas de ocupación israelíes habían disparado bombas de fósforo blanco contra territorios libaneses en las localidades de Al-Houla y Meis al-Jabal.
Los testigos locales dijeron también que Israel había disparado decenas de proyectiles de iluminación (bengalas) en las aldeas fronterizas del sur de El Líbano, sobre el cual el régimen israelí adujo que era un “incidente relacionado con la seguridad”.
Los medios israelíes reportaron inicialmente que el tiroteo se produjo en medio de preocupaciones sobre una posible infiltración cerca del kibutz (comuna agrícola israelí), en el área de la Alta Galilea, ubicada en el norte de los territorios ocupados cerca de la frontera libanesa.
El disparo de más de 30 bengalas fue seguido de órdenes que obligaron a los residentes de cinco comunidades a quedarse en casa.
Durante las últimas semanas, los israelíes han estado en alerta máxima por la posibilidad de un ataque de represalia por parte del movimiento de resistencia Hezbolá de El Líbano luego de que uno de sus miembros fuera asesinado en una agresión israelí en suelo sirio el mes pasado.
Hezbolá dijo en ese momento que una respuesta a la agresión mortal era “inevitable”, lo que llevó al despliegue de más tropas por parte del régimen israelí al norte de los territorios ocupados.
Israel afirmó una semana después que había frustrado un intento de infiltración de combatientes de Hezbolá en su territorio; una acusación que fue firmemente negada por Hezbolá. El Movimiento de Resistencia Islámica dijo que todas las afirmaciones israelíes sobre los enfrentamientos fronterizos con los combatientes del movimiento eran falsas y tenían como objetivo levantar la moral de las fuerzas israelíes fabricando victorias ficticias.
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