México y Canadá ganaron una disputa comercial contra Estados Unidos referente a la industria automotriz, con base en los lineamientos establecidos en el Tratado de Libre Comercio entre las tres naciones (T-MEC).
La resolución fue acordada el 14 de noviembre, pero Washington tiene 30 días para impugnar la decisión, razón por la cual ninguno de los tres países ha dado conocer la resolución de la controversia, según fuentes consultadas por Bloomberg.
Hasta el momento, ningún representante de alguno de los tres países se ha pronunciado respecto a esta controversia.
En enero, México inició una controversia por la interpretación de reglas de origen de productos de la industria automotriz, contemplado en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En la queja que suscribió Canadá se establece que Estados Unidos calcula mal el porcentaje con el cual se determina el origen de los componentes de los automóviles fabricados en la región de Norteamérica, lo cual afectaría la cláusula de exención de aranceles que se aplica cuando los componentes se fabrican en alguno de los tres países y que se transportan por las fronteras regionales.
Las reglas del T-MEC establecen que los automóviles fabricados en Norteamérica deben tener un contenido regional de 62,5% de autopartes. Ese porcentaje aumentará de manera progresiva a 65% y 69%, hasta llegar al 75% de partes fabricadas en los tres países, con el fin de evitar el uso de autopartes procedentes de otras regiones económicas, en particular de Asia.
Lo que Washington quiere es que las autopartes o componentes que hayan sido previamente considerados como originarios deben ser sumadas con base en su porcentaje real de fabricación, que oscila entre 75% y 100%. Según Washington, esa es una forma más transparente para valorar si el vehículo realmente es de fabricación regional y está exento de aranceles. México y Canadá no están de acuerdo con esa propuesta: ellos proponen que una pieza originaria ya sea declarada en 100% en automático.
Sam Fiorani, vicepresidente de previsión global de vehículos y especialista en cadena de suministro de AutoForecast Solutions LLC, declaró a Bloomberg que, con este margen propuesto por Canadá y México, se tiene "el potencial de reducir los precios del producto final y aumentar la rentabilidad, ya que los fabricantes de automóviles buscan costos más bajos en algunos componentes".
"En lugar de bajar los precios, las reglas [del T-MEC] aumentaron los precios de los vehículos norteamericanos, ya que sería muy difícil alcanzar los niveles establecidos de contenido nacional", dijo Fiorani.
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