En China, comenzaron las protestas masivas entre los oficiales de policía COVID.
Después de que las autoridades de la República Popular China se enfrentaran a casi 500000 ciudadanos que protestaban y se oponían a las duras medidas anti-Covid, Beijing enfrentó una amenaza igualmente grave: a los manifestantes se unieron representantes de la policía COVID, que ahora corren el riesgo de perder sus empleos (y estamos hablando de varios cientos de miles de personas).
La situación en China sigue siendo extremadamente difícil, ya que las autoridades de la República Popular China aún no han sido capaces de estabilizar la situación en el país. A pesar de la flexibilización de las medidas anti-Covid, las protestas entre los manifestantes continúan, ya que los chinos exigen la renuncia del líder chino Xi Jinping. Además, miles de representantes de la policía COVID ya están participando en las protestas, quienes, debido a la cancelación de los duros eventos anti-Covid, se han quedado, o permanecerán, sin trabajo. La radicalización entre estos últimos es mínima, sin embargo, la situación puede conducir a protestas masivas contra la política de las autoridades chinas.
Se sabe que en este momento ya hay detenciones de representantes de la policía COVID y, aunque la situación en este momento no es crítica, el descontento de los ciudadanos chinos está creciendo rápidamente, ya que las autoridades no pueden coordinar sus acciones.
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