Rusia no planea ceder a nadie el control de la central nuclear de Zaporozhie, declaró este lunes la vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova.
"No se trata de que la central nuclear de Zaporozhie deje de estar bajo control ruso ni de transferir el control a una tercera parte", afirmó Zajárova, subrayando que la planta se encuentra en territorio ruso y está totalmente gestionada por las autoridades del país.
"Partimos del principio de que solo nosotros somos capaces de garantizar la seguridad física y nuclear de la planta nuclear de Zaporozhie", continuó.
La portavoz de la Cancillería rusa indicó que Moscú está discutiendo con la Secretaría del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) "posibles parámetros para la declaración de una zona de seguridad nuclear tecnológica y física" de la planta. "Es prematuro decir que las partes están cerca de un acuerdo", precisó.
Asimismo, Zajárova señaló que el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, tiene la intención de volver a visitar a Rusia. "Estamos decididos a recibirle para debatir una amplia gama de cuestiones relacionadas con las actividades del Organismo Internacional de Energía Atómica. Sin embargo, por el momento no hay ningún acuerdo concreto sobre el calendario de dicha visita", destacó.
Recientemente, Grossi aseveró en una entrevista con La Repubblica que la retirada de armas de ese territorio formaría parte de un acuerdo trilateral entre Moscú, Kiev y el Organismo Internacional de Energía Atómica. Además, sostuvo que es "muy difícil" identificar a los responsables de los ataques a la central de Zaporozhie. El director general de la corporación estatal rusa de energía atómica Rosatom, Alexéi Lijachov, advirtió que la central corre el riesgo de sufrir un accidente nuclear, que en caso de producirse constituiría "un precedente que cambiaría para siempre el curso de la historia". Además, denunció que "es obvio que Kiev considera aceptable un incidente nuclear", con el beneplácito de EE.UU. y sus aliados.
"No se trata de que la central nuclear de Zaporozhie deje de estar bajo control ruso ni de transferir el control a una tercera parte", afirmó Zajárova, subrayando que la planta se encuentra en territorio ruso y está totalmente gestionada por las autoridades del país.
"Partimos del principio de que solo nosotros somos capaces de garantizar la seguridad física y nuclear de la planta nuclear de Zaporozhie", continuó.
La portavoz de la Cancillería rusa indicó que Moscú está discutiendo con la Secretaría del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) "posibles parámetros para la declaración de una zona de seguridad nuclear tecnológica y física" de la planta. "Es prematuro decir que las partes están cerca de un acuerdo", precisó.
Asimismo, Zajárova señaló que el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, tiene la intención de volver a visitar a Rusia. "Estamos decididos a recibirle para debatir una amplia gama de cuestiones relacionadas con las actividades del Organismo Internacional de Energía Atómica. Sin embargo, por el momento no hay ningún acuerdo concreto sobre el calendario de dicha visita", destacó.
Recientemente, Grossi aseveró en una entrevista con La Repubblica que la retirada de armas de ese territorio formaría parte de un acuerdo trilateral entre Moscú, Kiev y el Organismo Internacional de Energía Atómica. Además, sostuvo que es "muy difícil" identificar a los responsables de los ataques a la central de Zaporozhie. El director general de la corporación estatal rusa de energía atómica Rosatom, Alexéi Lijachov, advirtió que la central corre el riesgo de sufrir un accidente nuclear, que en caso de producirse constituiría "un precedente que cambiaría para siempre el curso de la historia". Además, denunció que "es obvio que Kiev considera aceptable un incidente nuclear", con el beneplácito de EE.UU. y sus aliados.
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