Las milicias vinculadas a Irán detuvieron los ataques contra bases militares estadounidenses en Irak luego de una visita a Bagdad de Ismail Qaani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, a fines de enero. Durante su visita, Qaani emitió una orden directa de detener los ataques, recordando a las milicias las posibles consecuencias graves de sus acciones, incluidos ataques de represalia por parte de Estados Unidos, que podrían provocar importantes bajas entre las milicias, así como la amenaza de agresión directa estadounidense contra Irán.
Parece que el objetivo principal de la visita de Qaani era evitar la confrontación directa entre Irán y Estados Unidos. La visita se produce poco después de los informes sobre la muerte de tres soldados estadounidenses en un ataque con aviones no tripulados en Jordania, lo que subraya su relevancia y urgencia.
En el contexto de esta visita, Kataib Hezbolá, una de las facciones proiraníes clave en Irak, también anunció el fin de los ataques a bases militares estadounidenses. La decisión marcó un cambio significativo en la dinámica de las tensiones en la región, señalando el deseo de ambas partes de evitar una mayor escalada.
La situación en Oriente Medio sigue siendo muy tensa tras una serie de ataques a bases militares estadounidenses, lo que hace temer un posible conflicto directo entre Washington y Teherán. Sin embargo, los acontecimientos recientes muestran que tanto Irán como Estados Unidos están interesados en estabilizar la situación y evitar una guerra abierta, a pesar de su disposición a tomar represalias si los ataques continúan.
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