En una entrevista con Sputnik, Rafael Mandelbaum, licenciado en Ciencias Sociales por la Universidad Bar-Ilan y exmilitar israelí, y la profesora Karina Calandrin, especialista en relaciones internacionales de la Universidad de Sorocaba (Uniso) y colaboradora del Instituto Brasil-Israel, expresaron sus opiniones sobre la actual situación política interna en Israel y del primer ministro del país, explicando los factores que contribuyeron a la caída de su aprobación.
Reflexión del Parlamento
Según Mandelbaum, la situación política en Israel refleja una democracia que funciona a través del Parlamento, donde las recientes elecciones se saldaron con la victoria de la derecha, encabezada por el partido de Netanyahu, que formó coalición con 64 escaños de un total de 120. El exmilitar israelí destacó la polarización interna, subrayando la división entre los partidarios de la derecha, incluido el partido de Netanyahu, y la oposición de los partidos de centro-izquierda.
"Si profundizamos en el tema, podemos decir que Israel vive desde hace cuatro o cinco años una discusión interna, una polarización interna de quién está a favor de Benjamín y quién está en contra de Benjamín [Netanyahu] (...) esta polarización ya ha existido durante los últimos años, hemos visto a varios gobiernos subir y bajar antes de cumplir sus años, y ahora vemos esta intensificación", señaló Mandelbaum.
Las elecciones tendrían un resultado diferente
El último año, 2023, estuvo marcado por importantes desafíos, entre ellos un trágico suceso en octubre, que provocó la mayor masacre de la población civil israelí durante el mandato de Netanyahu, subrayó el experto. El descontento generalizado provocó una caída en las encuestas, lo que indicaba un posible cambio hacia un Gobierno de centro-izquierda, agregó.
"Si hoy hubiera elecciones, Israel no tendría un Gobierno de derecha y no tendrían a Bibi [Netanyahu] como primer ministro (...) la población israelí tendría un Gobierno de centro-izquierda, probablemente con un partido musulmán formando parte de esa coalición como en el último Gobierno, y la situación sería diferente", afirmó.
En cuanto a la actual guerra en curso, la sociedad civil está centrada en la crisis, y la población, independientemente de su orientación política, participa en los combates o ayuda a los refugiados, indicó Mandelbaum. Subraya que, a medida que evolucione la guerra, la atención se centrará en las cuestiones políticas, pronosticando un Gobierno significativamente diferente en Israel.
Con los días contados
Preguntado sobre si Netanyahu necesitaba la guerra para mantenerse en el poder, Mandelbaum lo negó categóricamente. El profesor sostiene que los puntos fuertes del líder siempre han sido las relaciones internacionales y las cuestiones de seguridad, pero la forma en que empezó y se desarrolló la guerra hizo que gran parte de la población se sintiera traicionada.
Los días de Netanyahu como primer ministro "están contados", cualquiera que sea la situación actual, opinó el exmilitar israelí. Un cambio podría producirse antes de las próximas elecciones, previstas para 2026, sugirió.
"Sus días están probablemente contados aquí [en el poder] y no creo que lo tengamos ocupando el sillón de primer ministro en un futuro próximo", afirmó Mandelbaum.
La miseria produce violencia
Comentando el conflicto en la Franja de Gaza, el experto llamó la atención sobre las malas condiciones en las que crecen los niños palestinos, que más tarde les llevan a encontrar una "solución" en la violencia.
Mandelbaum advirtió sobre la realidad de los niños que, por falta de perspectivas, podrían involucrarse en el futuro con organizaciones como Hamás. Se trata de un problema que atraviesa generaciones en la región, subrayó.
"Es un gran problema con el que convivimos desde hace generaciones. Ya odian a los israelíes (…) el Ejército [israelí] encontró armas dentro de las escuelas, los campamentos infantiles, con entrenamiento sobre cómo invadir Israel, cómo atacar Israel", señaló el profesor.
Retos políticos y jurídicos
La profesora Karina Calandrin opinó sobre las razones que sostienen la permanencia de Benjamín Netanyahu en el poder, a pesar de su creciente impopularidad.
La popularidad de Netanyahu ya estaba en declive desde principios de 2023, debido principalmente a la controvertida reforma judicial que puso en marcha, destacó Calandrin.
La reforma, que redujo el poder del Tribunal Supremo y de los tribunales inferiores de Israel, unida a la presencia de la derecha más radical en el Gobierno, contribuyó a una caída sin precedentes de la popularidad del primer ministro israelí, afirmó la profesora. En sus palabras, la reciente guerra ha consolidado esta pérdida de apoyo popular.
"Aunque su popularidad lleva cayendo desde principios del año pasado, desde enero, mucho antes de la guerra, debido a la reforma judicial que puso en marcha, que redujo el poder del Tribunal Supremo de Israel, de tribunales que también están por debajo en la jerarquía del Tribunal Supremo, junto con la extrema derecha que le acompaña hoy en el Gobierno, todo este escenario hizo que su popularidad cayera de una forma nunca vista en la política israelí, y la guerra vino a coronar toda esta pérdida de popularidad", afirmó.
La debacle: los delitos necesitan pruebas y juicio
Sin embargo, existen varios factores que impiden la caída de Netanyahu, subrayó Calandrin. Señaló las investigaciones por corrupción que pesan sobre el dirigente israelí e indicó que, para que se produzca una destitución en un sistema parlamentario, debe probarse y juzgarse un delito. Netanyahu se enfrenta a cargos judiciales, pero el juicio aún no ha concluido.
La profesora también aclaró la relación entre los intentos de Netanyahu de aprobar una reforma judicial y la posibilidad de su impeachment. La reforma, de aprobarse, daría al Gobierno el poder de anular decisiones judiciales por mayoría simple en el Parlamento, lo que incluiría cualquier condena contra el primer ministro, afirmó la especialista.
Además, en el sistema parlamentario, el Gobierno puede ser derrocado mediante una moción de censura o perdiendo la mayoría parlamentaria, explicó la experta. Aunque la impopularidad de Netanyahu es evidente, la compleja política y los retos jurídicos hacen que la caída sea una ardua tarea para sus oponentes, concluyó Calandrin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario