Christine Lagarde, titular del Fondo Monetario Internacional |
FMI pierde toda fe en el proyecto del euro
Por Ambrose Evans-Pritchard - Economía - Última actualización: 19 de julio 2012
Ambrose Evans-Pritchard ha cubierto la política y la economía mundial desde hace 30 años, con sede en Europa, EE.UU. y América Latina. Se unió a The Telegraph en 1991, sirviendo como corresponsal en Washington y más tarde como corresponsal de Europa en Bruselas. En la actualidad es editor de Negocios Internacionales en Londres
El último informe del FMI sobre la eurozona es un documento
impresionante. Cuando la historia completa de este episodio esté
escrito, esta "Consulta del Artículo IV" será citada como una exposición
clave.
"La crisis de la eurozona ha llegado a una fase nueva y crítica. A
pesar de importantes acciones políticas, los mercados financieros en
algunas partes de la región permanecen bajo una aguda tensión,
planteando interrogantes sobre la viabilidad de la misma unión
monetaria."
"Los enlaces adversos entre las deudas soberanas, los bancos y la
economía real son más fuertes que nunca. Los mercados financieros se
están fragmentando cada vez más a lo largo de las fronteras nacionales."
Dijo que la eurozona no es viable en su forma actual, una unión
monetaria a medio cocinar que propaga el contagio como reguero de
pólvora sin una maquinaria de respaldo para contener el daño:
"La eurozona se encuentra en un punto medio incómodo e insostenible. A
pesar de que está lo suficientemente integrada como para permitir que
la escalada de problemas de un país se extienda a los demás, carece de
la flexibilidad económica o de las herramientas políticas para lidiar
con estos efectos secundarios."
"Fundamentalmente, la eurozona también carece de herramientas
esenciales de política financiera y fiscal para estabilizar a la unión
monetaria. Como la crisis ha puesto de manifiesto, sin un sólido marco
común de estabilidad financiera, los problemas bancarios son difíciles
de contener y de resolver en un mercado integrado."
La mayor parte del sur europeo se encuentra en grave riesgo de una
"espiral de deuda-deflación", y los peligros están enmascarados por los
mismos impuestos de austeridad. "Este entorno desinflacionario en gran
parte de la periferia hará que sea difícil para muchos países el
reducir la carga de la deuda."
Los líderes europeos aún siguen sin tomar el toro por los cuernos:
"La profundización de la crisis sugiere que sus causas siguen sin
resolverse. La crisis exige un esfuerzo colectivo mucho más fuerte ahora
para demostrar el compromiso inequívoco de los legisladores por
mantener la Unión Monetaria Europea (UME). Sólo un movimiento
convincente y concertado hacia una más completa UME podría detener la
caída en la confianza que envuelve la región".
Como resultado, el pernicioso bucle de retroalimentación entre los
bancos y las deudas soberanas, así como la fragmentación del mercado,
se han acentuado durante la crisis. En algunos casos, la necesaria
provisión de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) ha dado lugar a
nuevas compras de bonos soberanos de parte de los bancos, profundizando
este vínculo aún más."
"El adverso bucle de retroalimentación entre bancos y
deudas-soberanas en el corazón de la crisis se ha intensificado. Las
preocupaciones sobre la solvencia de los bancos han aumentado debido a
las grandes exposiciones soberanas, sobre todo en los países de la
periferia. Algunas deudas soberanas, a su vez, están luchando para
respaldar a los bancos débiles por su propia cuenta."
"La fuga de capitales del área intra-euro ha creado fuerzas
desintegradoras en los mercados de bonos soberanos, los mercados
interbancarios y los mercados crediticios y de depósitos."
Hay una "disminución drástica de la actividad interbancaria":
"Una caída de un banco grande y sistémico podría poner a prueba la
capacidad del BCE y de las estructuras anti-crisis para frenar el
contagio. Y una disminución de las reformas a nivel nacional podría
tener grandes repercusiones negativas en toda la eurozona. El miedo a
una salida de la eurozona, si no es contrarrestada con rapidez y
eficacia, podría extenderse a otras economías percibidas como teniendo
características similares."
En otras palabras, el proceso se ha convertido en retro-alimentado y
en extremadamente peligroso. El mecanismo de transmisión monetaria se ha
roto por completo (como Christian Noyer del Banco de Francia advirtió a
principios de esta semana). El mundo entero está en peligro.
El FMI exhorta a las autoridades de la UE a que vayan a fondo con los
eurobonos y a una genuina unión bancaria con garantías de depósitos que
abarquen toda la UME.
Hace un pedido de un "considerable" Facilitamiento Cuantitativo de parte
del Banco Central Europeo - con todo y no los esfuerzos tipo pinchazos
realizados hasta la fecha - "preanunciado en un período determinado de
tiempo, comprando una cartera representativa de bonos gubernamentales a
largo plazo". Esto es: hacer lo que la Fed está haciendo, después de
tanto tiempo.
"Si el informe del FMI fuera una película sería un éxito de taquilla del
verano para que coincida con Batman", dijo Gary Jenkins de Swordfish.
"Es difícil discutir con la idea básica del informe del FMI, en el
sentido de que si quieren salvar a la eurozona, los políticos
probablemente tienen que tomar medidas drásticas. Sin embargo, me atrevo
a decir que si va a dar un paso hacia un completo Estados Unidos de
Europa a algunas personas les podría gustar el votar por eso", dijo.
En efecto.
Para aquellos de nosotros que hemos estado ligeramente sugiriendo en los
últimos años que podría haber algunos problemas estructurales con la
unión monetaria, el informe del FMI se presenta como una reivindicación
agridulce:
"Los bucles retroalimentados adversos son más fuertes en una unión
monetaria que en otros lugares. Estos bucles retroalimentados negativos
se amplifican por la ausencia de un tipo de cambio interno que pudiera
amortiguar el impacto de las parálisis repentinas en el área intra-euro
de los costos de los préstamos soberanos, y que ayudaría a compensar el
impacto adverso de los esfuerzos fiscales en el achicamiento de la
demanda doméstica mediante una depreciación del tipo de cambio que
estimule las exportaciones."
Es decir: los estados víctimas no pueden salir de la trampa a través de
la devaluación. No pueden compensar la presión fiscal con el estímulo
cambiario (o monetario). Están sofocados:
"Por otra parte, los costos de los préstamos soberanos rápidamente
pueden entrar en una espiral fuera de control si los pronósticos del
mercado resultan pesimistas, haciendo que el ajuste fiscal sea más
difícil de lograr a menos que la autoridad monetaria señale la
posibilidad de un aflojamiento futuro."
Esto es: la pertenencia a la UME hace que sea más difícil resolver las
finanzas públicas. Esto es exactamente lo contrario a la afirmación que
siempre escuchamos de los misioneros del euro, que la "disciplina"
obligaría a los estados rebeldes a comportarse. De hecho, hace que sea
casi imposible para ellos el mantener su trayectoria de deuda bajo
control:
"La movilidad laboral limitada en la eurozona impide el ajuste a las
perturbaciones idiosincrásicas. Si los trabajadores se mudan en
respuesta a diferencias en salarios y oportunidades de empleo, reducen
las disparidades en las tasas de desempleo y en los salarios reales en
todas las regiones. Sin embargo, aunque existe alguna evidencia de que
la movilidad laboral en la eurozona ha aumentado en respuesta a la
crisis, sigue siendo bastante limitada."
"Sólo alrededor del 1 por ciento de la población en edad de trabajar
cambia de residencia dentro de su país en un año determinado, y se mudan
aún menos entre los países de la eurozona. Esto se compara con
alrededor de un 3 por ciento en EE.UU., 2 por ciento en Australia, y un
poco menos del 2 por ciento en Canadá."
Nosotros se lo dijimos a usted aquí mismo, en el Telegraph. Las válvulas
de seguridad de la movilidad laboral y las transferencias fiscales de
la eurozona son totalmente inadecuadas.
Sería muy interesante saber exactamente lo que ha estado sucediendo en
el directorio del FMI en las últimas semanas. Uno se entera de que la
Casa Blanca - con el pleno apoyo de China, Japón, Brasil, y otros -
finalmente ha perdido la paciencia con los líderes de Europa. (Yo uso
ese término eufemísticamente, ya que no me refiero a Monti, Hollande,
Cameron, o incluso a Rajoy, pero uno no quiere ser acusado de molestar a
un país indefenso, muy vilipendiado y vulnerable entre Polonia y los
Países Bajos).
El FMI no podría ser más claro. Se trata de una medida preventiva
para fijar la responsabilidad por el diluvio que se viene exactamente
adonde debe estar:
Sobre aquellos que crearon esta máquina del fin del mundo y la
empujaron como si fuera un caballo de Troya federalista, con poca
preocupación por las democracias de Europa; sobre un segundo grupo de
personas que la dirigieron desde hace una década con prepotente
arrogancia, sin tener en cuenta las advertencias de que la brecha
Norte-Sur crecía a niveles peligrosos; sobre un tercer grupo de líderes -
liderados por la canciller Angela Merkel - que ahora se niegan a hacer
frente a las consecuencias terribles de lo que ha sucedido.
El FMI es el líder ahora del campo euroescéptico.
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