Publicado: 16 jul 2012 | 18:37 GMT
Hace pocos días atrás nos enteramos de que el parlamento europeo decidió rechazar
la iniciativa ACTA o Acuerdo Multilateral Comercial contra la
Falsificación. Sin duda un paso importante en la lucha del derecho a la
información y su libre intercambio en la red por parte de cualquier
persona del planeta. Sin embargo esto sugiere solo un “breve receso” al
clamor y presión popular en contra de la libertad en la web.Y por el
contrario; es tan solo cuestión de tiempo para que impulsen una
nuevainiciativa, con nuevas clausulas pero con distinto nombre.
Hoy en día la navegación ordinaria de una persona en Internet está cada
vez más vigilada y promete un pronto y completo control del
usuario.Nuevamente es necesariodirigir toda nuestra atención sobre el
gigante de las redes sociales Facebook. Si estabas pensando abrir una
cuenta de usuario o añadir una segunda cuenta a tu currículum en la
popular red social,será mejor que lo pienses 2 veces. Facebook estará de
acuerdo en otorgarte un cupo en su espacio virtual siempre y cuando le
proporciones un número telefónico. Bien sabíamos que en el pasado
Facebook te admitía sin la imperiosa necesidad de registrar tu teléfono
particular. Ahora eso cambióy la nueva política se ha convertido en una
desagradable realidad.“Todo en nombre de la seguridad”, dicen sus
creadores, aunque cabe preguntarse quién realmente se beneficia con esta
nueva medida.Sea como fuere el concepto de“seguridad” esen sí mismo un
término muy relativo y completamente ambiguo.
Otras redes sociales como Google+, Yahoo, Twitter, incluso Youtube
entre otras, también te solicitan un número telefónico. De momento sin
presiones, pero nada les impedirá que muy pronto te lo exijan.
Son incontables los blogs y foros en internet donde usuarios
intercambian sus experiencias negativas al respecto. Este es un pequeño
ejemplo.Cierto usuario quiso abrir una cuenta en Facebook para su hija.
Sin embargo y para terminar de validarla debía introducir, como etapa
final, el número de teléfono móvil de la pequeña[asumiendo que tuviera
móvil], de otra forma la solicitud no quedaría validada. Él, al igual
que muchos otros usuarios se quejan de que no pueden terminar de
ratificar la cuenta ya que el sistema de la famosa red social no termina
de enviar el código de autenticación, aun después de que el usuario,
harto y cansado con razón, haya cliqueado muchos veces el botón de
“enviar”. Esta práctica no es nueva. Muchos sitios de internet en los
que ofrecen servicios totalmente legales como por ejemplo ventas, se
“duermen” al llegar el momento de apretar el botón de pago; de algún
modo el proceso queda inerte. El usuario entonces vuelve a cliquear y
envía la información por segunda, tercera y así, muchas veces más. Más
tarde se encuentra con la desagradable sorpresa en el recibo de su
tarjeta de crédito.Del mismo modo, la confirmación de una cuenta recién
creada, aceptada y en funcionamiento jamás se confirma. El frustrado
usuario no tiene a quién reclamar. Los proveedores de Internet se lavan
las manos y aducen que no es un problema propiosino que del sitio web,
en este caso de Facebook. Pero, ¿sabían que Facebook no tiene ningún
servicio de atención ni de resolución de problemas operado por un ser
humano? Es notorio que estas denuncias se han registrado en países que
no tienen mucha cobertura de Internet, países como Bolivia, Paraguay,
Ecuador, entre muchas otras naciones del mundo hispanohablante.
Este
es el mensaje que despliega la red social Facebook una vez que
necesites comenzar a utilizar sus opciones. Sin número telefónico no hay
trato, parece decirnos. Algunos creen que el número de la bestia está
por llegar y que el chip implantado bajo la piel será decisivo para
diferenciar a las “vejas de los cabritos”. ¿Es posible que un simple
número de tarjeta de crédito más una “inocente” cuenta en Facebook, ya
estén controlando a todas las ovejas del planeta? Vale la pena
meditarlo, ¿Verdad?
Es cierto que ha habido filtraciones de cuentas y contraseñas que
comprometieron la privacidadde sus dueños,y también es cierto que las
medidas de seguridad deben actualizarse periódicamente para “proteger”
al usuario, pero ¿A qué costo?Como siempre los actos maliciosos de unos
pocos repercuten en la gran e indefensa mayoría. No obstante también se
puede tratar de atentados deliberados que tienen como meta individualizar
lo más posible a cada uno de los usuarios.De hecho, en muchos sitios
web, cualquier comentario que se desee generar solo es posible si el
usuario posee una cuenta en las principales redes sociales tales como
G+, Hotmail, Twitter y la ya mencionada Facebook, entre otras. Esto
obstaculiza y al mismo tiempo obliga al internauta a abrir una cuenta en
alguna de estas redes sociales.Aunque suene inverosímil, muchas
personas no cuentan con teléfono móvil ni tampoco disponen de un
computador.La vieja práctica de realizar comentarios anónimos parece que
está siendo suprimida de forma deliberada y sistemática, incluso de
aquellas páginas que creíamos eran independientes.
¿Cuáles son los riesgos potenciales que enfrentamos todos aquellos que
tenemos una cuenta en las redes sociales? Nada más y nada menos que la
intromisión de los gobiernos y sus organismos de seguridad a nuestro
espacio virtual sin sentir el menor pudor mientras hurgan en nuestra
privacidad. Las nuevas leyes que se han aprobado en Estados Unidos en
contra de la supuesta piratería y “terrorismo virtual” facultan a los
organismos de seguridad de ese país a invadir tu privacidad al fisgonear
en tus archivos, cualquiera que estos sean. Es más, el pasado 09 de
julio, el FBI llevó a cabo una cuarentena digital restringiendo el acceso de millones de usuarios de Facebook en todo el mundo en busca -según ellos- del peligroso virus DNSCharger,
que más que amenaza parece ser otro de los tantos caballos de Troya
creados y diseminados por las mismas agencias gubernamentales en contra
de la población mundial. Facebook es un sistema completamente
automatizado y toda su base de datos puede ser descargada con los
recursos tecnológicos y medios apropiados, ¿No es así? ¿Quién nos
asegura entonces que el FBI respetará el contenido privado de millones
de usuarios? Y ahora, con el número de tu teléfono móvil en manos de la
popular red social, tu libertad ha sido hipotecada un poquito más.
Paralelamente con tu móvil en los servidores de Facebook, muchas
compañías ligadas a esta red social podrán llenarte de mensajes spam y
saber virtualmente casi todo sobre ti… y esto en el mejor de los casos.
La red social está diseñada de tal forma que recaba todos tus datos
personales sin obligarte y sin amenazarte con un arma. Por ejemplo la
aplicación “Mi calendario”
recaba todas las fechas de nacimiento. Todas las semanas llegan a mi
cuenta personal solicitudes de mis amistades pidiendo mi fecha de
cumpleaños. Es duro negarse a la petición de amigos que son íntimos. Sin
embargo y después de conversar con algunos de ellos, niegan
rotundamente haberme enviado tal solicitud. Tal vez quieras considerar
este par de datos antes de hacer nada en Facebook. Y ya ni hablemos de
la sección “Tu biografía”,
la cual muy pronto será obligatoria para todos los usuarios. Por
supuesto es tu decisión, pero antes de hacerlo piensa en el costo
negativo que te podría traer.
Twitter tampoco se queda atrás ya que también abrió sus baúles virtuales al exponer los mensajes de un activista del movimiento Ocupa Wall Street, y Google, el otro gigante de las redes sociales,reconoció
la entrega de datos personales de sus clientes a los servicios de
inteligencia estadounidense, gracias a la infame “ley patriota” en el
país norteamericano. Es probable que pienses que como ciudadano de
México, Chile, España, de Australia o de cualquier nacionalidad, dichas
medidas no se apliquen a sus respectivas cuentas. La verdad es que todo
lo contrario. Piensen que los servidores de todas estas grandes redes
sociales se encuentran en Estados Unidos y la ley de ese país no hará
excepciones, y si lo hiciera, ¿Cómo podrías asegurar de que no han
violado tu privacidad? ¿Qué sucede si el día de mañana tu nombre aparece
sindicado como terrorista internacional en el noticiero central de tu
país? Esto ya ocurrió anteriormente.
Nadie puede negar la utilidad que otorgan las redes sociales, ni
tampoco la aparente e infinita red de posibilidades como herramienta de
negocios, educación y divulgación, pero cabe preguntarse si hemos
perdido por completo la capacidad de crear amistades con otras personas
sin la ayuda de una máquina y de un espacio virtual. Lo cierto es que la
privacidad ya casi no existe, puesto que todos los medios que usamos a
diario para trabajar y vivir están conectados entre sí. Puede sonar a
broma pero la cantidad de antenas de telefonía móvil en la ciudad es
casi mayor al número de árboles. Tu teléfono celular emite
constantemente una señal que es leída por dichas antenas, por lo tanto a
las autoridades no les costaría ningún trabajo dar con tu ubicación
dentro o fuera de la ciudad. Facebook ya tiene tu número y por
extensión, los gobiernos también. ¿Cuál será nuestro próximo movimiento
en pos de un Internet realmente libre?
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